La matanza del 2 de octubre de 1968 marcó una ruptura dentro del movimiento que fue encabezado por cientos de estudiantes en el Consejo Nacional de Huelga (CNH). Sin embargo, no todos los representantes estudiantiles (cerca de 210) tuvieron el mismo peso y protagonismo, incluso, algunos hasta fueron acusados de traición por sus propios compañeros
El caso tal vez más sonado fue el de Sócrates Campos Lemus, representante del Instituto Politécnico Nacional ante el CNH acusado de provocador y delator del movimiento, según un artículo de La Jornada publicado el 26 de abril de 2004.
Campos Lemus fue el último vocero del CNH en tomar la palabra en el mitin del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco: no corran, compañeros, es una provocación. Luego, comenzaron los disparos.
En esa noche, como muchos de los líderes fue detenido y estuvo preso en el Campo Militar Número 1 del Ejército. Sin embargo, tras estos hechos fue señalado por algunos de sus compañeros de traidor.
«El 6 de octubre de 1968 aparecieron en la prensa declaraciones de Sócrates Amado Campos Lemus en las que afirmaba que el Consejo Nacional de Huelga dispuso columnas de seguridad armadas en el mitin que se celebró en la Plaza de las Tres Culturas. Se trataba, reseñaron los diarios, de cinco grupos de choque bajo el mando de igual número de miembros del CNH. Cada columna se integraba con seis miembros armados. Alumnos de la Escuela de Agricultura de Chihuahua, dijo Sócrates, proveyeron 20 pistolas calibre 38, dos rifles M-1, dos metralletas calibre 22, un rifle 3006 y dos pistolas calibre 45. La consigna era abrir fuego contra los granaderos y soldados, particularmente donde se sospechaba que estaban los mandos», señala un artículo de la revista Proceso del 30 de septiembre 1978.
Tras esas declaraciones, algunos de los exlíderes lo nombraron mentiroso y delator del movimiento. Sin embargo, esto no acabo ahí, pues en el mismo artículo de Proceso, Sócrates Campos Lemus afirma que tuvo contacto con Luis Echeverría, secretario de Gobernación durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz.
«¿Hiciste para Echeverría algún trabajo especial?», preguntó el reportero Carlos Marín. “Una sola vez Echeverría me pidió que sirviera yo de enlace entre el gobierno y los estudiantes, pero le dije que yo había dejado de ser estudiante el 2 de octubre de 1968”, respondió Lemus.
Tras salir de la cárcel, Lemus obtuvo puestos en el gobierno federal, incluso durante la presidencia de Luis Echeverría.
“En una ocasión me llamó el señor presidente Echeverría y me dijo que necesitaba gente para trabajar: esto fue a finales de 1971 y me mandó a la zona Huicot. Nunca tuvimos una relación estrecha, el señor presidente era una gente muy especial. En una reunión de evaluación los cuatro gobernadores de la zona me pidieron hacer la exposición y eso me permitió platicar con el presidente y darle mis puntos de vista. Después me mandó llamar y me dijo ‘vete a ver al ingeniero José Gascón Mercado, director del Fondo Nacional de Fomento Ejidal, para que vean qué empresas pueden desarrollar en la zona Huicot’ En otra reunión en Los Pinos le dijo el presidente a Gascón que me pusiera en Zacatecas como delegado del FONAFE. Estos fueron mis únicos acercamientos con el presidente de la República, más otros en ceremonias y en actos», respondió Lemus a Proceso en 1978.
A finales de los 70, Lemus obtuvo cargos públicos en Hidalgo, luego obtuvo distintos cargos públicos y posteriormente se dedicó a escribir artículos en revistas. En 2003, fue llamado por el entonces procurador de la República, Rafael Macedo de la Concha, para trabajar del área de comunicación social de la PGR, puesto que dejó en 2004 tras darse a una conocer una serie de fotografías en donde aparece comiendo con los narcotraficantes Juan García Abrego y Juan N. Guerra, del Cartel del Golfo.
«Raúl Álvarez Garín, exdirigente estudiantil del 68, es lapidario en su comentario sobre la trayectoria del exfuncionario de la PGR: «quizá se movió en una dirección doblegado por el miedo, y se agotó como personaje político el 2 de octubre de 1968», porque «hay actitudes que te marcan de por vida y siempre fue fantasioso, mitómano e inconsistente», señala el texto de La Jornada.
TENGO LA CONSCIENCIA TRANQUILA
Señalado como provocador de la represión y delator del movimiento estudiantil de 1968, Sócrates Campos Lemus aseguró a El Financiero: “Tengo la conciencia tranquila”.
También fue señalado de tener grado militar y de haber sido entrenado por la CIA, a lo que Sócrates respondió: “Te lo estoy diciendo por primera vez a ti (reportero), lo saben varios de mis amigos personales, entonces que ya se dejen de mamadas».
Sin embargo, apunta que “todos estos pendejos caen en ese juego. Yo te puedo decir con toda honestidad que tengo mi frente en alto, tengo la conciencia tranquila, puedo ver a mis hijos”.
«Si yo hubiera sido policía no hubiera estado dos años y ocho meses en la cárcel; salí al exilio y Salvador Allende me apoyó. ¿Esto hubiera sucedido si yo hubiera sido policía?”, aseguró Lemus.