A la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador cono presidente constitucional, el nuevo gobierno mexicano no puede ni debe hacer diferencias entre los representantes de los gobiernos que asistirán, ni condicionarlos, aseguró el próximo canciller, Marcelo Ebrard.
El exjefe de gobierno fue cuestionado sobre las críticas de algunos sectores por haber invitado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a la toma de posesión.
México respeta a todos los países del mundo. Alguien puede opinar en contra de un dirigente o presidente y otro de otra ideología en contra de otro, pero México no puede decidir sobre eso.
Nosotros invitamos a todos. Por ejemplo, va a venir el segundo en la jerarquía de Corea del Norte, y también va a venir el vicepresidente de los Estados Unidos”, destacó Ebrard en entrevista al salir de la casa de Transición, donde se reunió con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Dijo que, sin importar ideología, posición política o modelo de desarrollo, el gobierno electo no puede hacer distinciones al momento de invitar a un acto protocolario como la toma de posesión.
De jefes de estado tenemos 15 (confirmados) de vicepresidentes tenemos tres, ministros estimamos que van a llegar más de 20, 30 ministros. México no debe ni puede, ni lo haríamos, decir qué país viene y qué país no viene.
Puede haber muchos argumentos, pero repito, México respeta a todos los gobiernos del mundo. Lo mismo que se dice de Venezuela alguien puede decir de Corea del Norte, o alguien puede decir sobre Estados Unidos, o la representación de Palestina en México podría decir de Israel, o Israel respecto a Palestina, es de nunca terminar”, explicó Ebrard en improvisada rueda de prensa.
Dijo que el interés que ha despertado en la comunidad internacional la ascensión de López Obrador debe ser motivo de satisfacción para los mexicanos.
Afirmó también que se ha pedido la renuncia a funcionarios de la Cancillería, y aseguró que es un procedimiento normal en cambios de administración para poder reorganizar la dependencia.
Fuente: Excélsior