Cruz Azul tiene una auténtica fortaleza en el Estadio Azteca y así ya puso un pie en la Liguilla del Apertura 2018.

La Máquina venció hoy 2-1 a Rayados, con lo cual ligó siete triunfos como local, recuperó el liderato que había perdido anoche y llegó a 26 puntos, la cifra promedio que da boleto a la Fiesta Grande.

Cuando más se le complicaba el partido, tras la anotación de César Montes, al 15′, el Coloso de Santa Úrsula rugió para presionar al árbitro Fernando Hernández, quien no dudó en marcar un penalti para los celestes, al 20′, por un empujón sobre Igor Lichnovsky.

Un minuto después, Elías Hernández no desaprovechó la pena máxima e igualó el marcador.

Pero mientras ésta fue una clara falta sobre el central chileno, el silbante sintió la presión del inmueble cementero para mostrarle la roja directa a Rogelio Funes Mori por un presunto codazo sobre Iván Marcone cuando los dos buscaban el balón, por aire.

Si bien el delantero le alcanzó a pegar al contención celeste, en ningún momento hay intención de darle un codazo, al 23′.

En ocho minutos, el cotejo le mostraba a La Máquina la ruta para buscar la victoria.

Y lo consiguió al 71′, cuando Edgar Méndez se alzó solo para meter un cabezazo, en un centro a balón parado.

Para entonces, el técnico Pedro Caixinha ya había arriesgado al prescindir de su contención Marcone para enviar a Andrés Rentería, un hombre más al ataque.

Rayados lo intentó pero apareció el portero Jesús Corona, como al 59′, cuando realizó doble atajada, primero para tapar un remate de Pabón y luego metió puñetazo para desviar el contrarremate de Nicolás Sánchez.

Por eso la afición celeste se deshizo en cánticos, porras, aplausos, durante los últimos 15 minutos, encendió las luces de sus celulares y gozó el triunfo.

Cruz Azul, quien se va al parón por Fecha FIFA como líder de la Liga MX, en Semifinales de Copa y prácticamente en Liguilla; encontró en el Estadio Azteca su tierra prometida.