Luego de que académicos y artistas, que integran la iniciativa En Defensa del Patrimonio del Centro SCOP, se manifestaran en la que fuera sede de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para exigir más transparencia en el proceso de retiro de los murales del edificio A, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) informó ayer que el próximo lunes, personal acudirá a verificar si las bodegas donde serán resguardados son adecuadas.
“Personal especializado del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), acudirá el próximo lunes 8 de octubre a verificar el estado de las bodegas, para el adecuado resguardo de los paneles reconstruidos que conforman los murales del Conjunto SCOP, los cuales se desmontarán y se encuentran desde 1987-88 sobre bastidores del edificio A”, detalló a través de un comunicado.
También aseguró que solicitó un cronograma a la SCT para conocer los tiempos de dicho desmontaje, y hasta el momento, “al instituto no se le ha proporcionado información de que estas obras vayan a ser instaladas en otra ubicación”, precisó. Además, puntualizó que el retiro de los paneles se debe a la falta de verticalidad del edificio A y “no porque las obras de arte estén dañadas”.
“Después de los sismos de septiembre de 2017, personal especializado del Cencropam llevó a cabo una inspección ocular a partir de la cual se determinó que los murales y la obra artística, asociada al edificio no sufrieron afectación alguna”, dijo. También apuntó que las recomendaciones para la empresa que realiza las labores —CAV Diseño e Ingeniería— y la SCT para la conservación de los paneles, son: identificar cada uno de ellos, registrar su estado de conservación y aplicar velados preventivos, para almacenarlos adecuadamente.
“Toda la información del desmontaje, la SCT la proporcionará al Cencropam, para que éste afine el proyecto de restauración”, agregó la dependencia.
El Dato: El pasado jueves cerca de 30 personas acudieron a la antigua sede de la SCT para manifestarse contra el retiro de los paneles.
Fuente: La Razón