El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, negó que su asesor José María Riobóo haya influido en los estudios sobre la viabilidad de que operen simultáneamente el Aeropuerto Internacional Benito Juárez y la base militar de Santa Lucía.
A pesar de que el análisis hecho por empresa europea NavBlue, presentado ayer por el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, indica que está basado en la documentación proporcionada por Grupo Riobóo, López Obrador descartó que estén operando para favorecer la opción de Santa Lucía.
“No, no, no lo que pasa es que han querido descalificar la consulta, no les gusta el que se haya llevado a cabo esta consulta, pero yo les voy a decir una cosa: estamos hablando de miles de millones de pesos, estamos hablando de actos de corrupción que se pueden evitar”, dijo.
Milenio publicó hoy que los “supuestos” del proyecto sobre la viabilidad de la operación simultánea del actual aeropuerto y la Base Militar Aérea de Santa Lucía fue elaborado a partir de la documentación proporcionada por Grupo Riobóo, así como en fuentes adicionales.
En la página 12 del documento Diseño técnico del espacio aéreo para la factibilidad de la organización simultánea entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Santa Lucía, que tuvo un costo de 159 mil dólares que “pagará” el próximo gobierno, se lee que “los supuestos del proyecto se basan en la documentación proporcionada por Grupo Riobóo SA, así como en fuentes adicionales”.
Molesto, el presidente electo negó que Riobóo se pueda convertir en “su contratista favorito” y aseguró que no existirá algún beneficio o preferencia por parte del próximo gobierno hacia las empresas de quien hoy funge como su asesor.
“No, no, no, fíjense que no va a ser así y para que quede claro: en el gobierno que yo voy a encabezar y desde ahora, el distintivo es no permitir la corrupción; cero corrupción y cero impunidad; ni amiguismo, ni influyentismo, ni nepotismo, ni ninguna de esas lacras de la política”.
En tanto, Jiménez Espriú dijo que es “absolutamente falso” que Riobóo haya tenido influencia en este estudio.
“Grupo Riobóo no participó en el estudio. Si leen con cuidado el estudio se dice que se planteó a partir de lo que Riobóo presentó como proyecto y que está en la página del presidente porque es la parte de tierra, el proyecto, el plan maestro de tierra. Nosotros lo que solicitamos a esta empresa es diciendo ‘si el aeropuerto de la Ciudad de México está acá y el aeropuerto nuevo va a estar en esta posición y así está la orientación de las pistas, ahora haznos el análisis de la viabilidad de los espacios aéreos’”.
El próximo titular de la SCT aseguró que Grupo Riobóo no influyó en el documento.
“Absolutamente, es una empresa independiente, de un altísimo prestigio que no se presta de ninguna manera a ninguna cuestión que no fuera profesional; además es un tema de seguridad que está vinculada con Airbus que tiene muchos aviones. No va a hacer una cosa que no fuese estrictamente válida, técnicamente hablando”.
El presidente electo se reunió en privado con José María Riobóo y Jiménez Espriú en la casa de transición ubicada en la colonia Roma.
Fuente: Milenio