A un día de que inicie la consulta que definiría el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), se desató una ola de advertencias de bancos, corredurías nacionales y extranjeras y de expertos sobre los efectos negativos en términos económicos que tendría cancelar el proyecto.
BBVA Bancomer y Citibanamex, los dos bancos más grandes del país por activos administrados, coincidieron en que la inversión privada sería afectada en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de ser cancelada la obra de la terminal aérea en Texcoco.
“Desde un punto de vista fiscal, la cancelación del NAICM no debe implicar una baja de calificación per se. Todo depende de los detalles de la cancelación/nuevo acuerdo, pero la confianza en los próximos proyectos de inversión podría tener un impacto negativo en los activos locales”, indicó BBVA Bancomer en un documento de investigación liderado por Ociel Hernández, estratega en jefe.
Para Citibanamex, cancelar el proyecto tendría un impacto en la inversión por el simbolismo de cómo se tomarán las decisiones con el nuevo gobierno. “Se intensificará la percepción en los mercados de que la administración AMLO tomará decisiones públicas de forma discrecional y populista: la inversión privada enfrentaría un ambiente económico y legal más incierto hacia el futuro”, señaló en una nota enviada a clientes.
En entrevista con El Financiero, Sergio Luna, economista del banco, dijo que de ocurrir la cancelación del proyecto las calificadoras podrían reaccionar sobre la nota crediticia del país, no porque se ponga en duda la capacidad de pago, “sino la voluntad”.
“Lo primero que harían las calificadoras sería poner en perspectiva negativa la calificación del país”, señaló. “La toma de decisiones se vería más discrecional y eso lo tomarían en cuenta una vez que entre en funciones el nuevo gobierno”.
En cuanto al impacto en los mercados, Benito Berber, economista en jefe para América Latina de Natixis, dijo a El Financiero que la cancelación generaría una prima de riesgo en los activos financieros mexicanos, es decir, el tipo de cambio y los bonos gubernamentales, además de impactos al presupuesto de la próxima administración.
“Habría un aumento en las primas de riesgo de los bonos de corto plazo y en los CDS (Credit Default Swaps)”, dijo. “Pero también habría un impacto en el presupuesto, dependiendo de cuánto se tendría que pagar por la cancelación, que, aunque no sea un desembolso inmediato, se tendría que acomodar el gasto que se genere”.
Santiago Urquiza, presidente de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), expuso que optar por la ampliación de la terminal aérea de Santa Lucía podría significar un cambio de jugada difícil de asimilar por el mercado. “Si gana Santa Lucía sería un cambio de jugada que a la economía le costaría un poco de trabajo asimilar. Sería algo que prefiero no imaginar. (En la consulta) tenemos algo muy simbólico, de ver qué mensaje se transmitirá”.
Con la decisión sobre la construcción del NAIM estaría en juego la confianza del sector privado nacional e internacional y con ella el futuro de otros grandes proyectos de infraestructura que el gobierno entrante desea impulsar para dinamizar la economía, dijo Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex.
“Está en juego mucho más que el aeropuerto, está en juego la racionalidad de la conducción política de este país”, apuntó.
Fuente: El Financiero