El aficionado del equipo del Monterrey que fue aprehendido el domingo por una riña con la porra de Tigres el pasado 23 de septiembre, previo al Clásico Regio, fue imputado por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa y modalidad de pandilla.

La audiencia fue realizada en la Sala 1 del Palacio de Justicia de Monterrey, donde Adrián Rosendo «N» fue informado de los delitos por los que se le imputan, además de que la parte acusadora solicitó la prisión preventiva en el penal del Topo Chico, donde el joven ya se encontraba desde el domingo.

Pasados 20 minutos después del mediodía, el acusado llegó a la sala vistiendo el uniforme naranja que utilizan los internos del penal del Topo Chico, esposado de manos y pies, para finalmente ser presentado ante el juez.

Durante las presentaciones, el juez de control notó que el acusado estaba teniendo problemas para escuchar, por lo que le preguntó si había algún inconveniente. Uno de los hermanos que acompañaba al detenido durante la audiencia, reveló al juez que tiene un problema de audición desde el nacimiento.

El juez de control preguntó si creían necesario que consiguieran algún aparato de audición para continuar con el proceso, a lo que los familiares aseguraron que por algún tiempo sí utilizó uno, pero que actualmente ya no contaba con él.

Sin embargo, la defensa acordó que la audiencia continuara con la ayuda del hermano, quien ayudaría al acusado en cualquier detalle que no entendiera, algo con lo que la Fiscalía estuvo de acuerdo.

Finalmente y a petición de la Fiscalía, la audiencia fue cambiada a carácter de privada por el juez de control, con la argumentación de que existía información y nombres que deben mantenerse en sigilo puesto que hay otras personas involucradas en la investigación, petición que la defensa aceptó.

Casi una hora después y luego de la imputación, ambas partes salieron de la Sala 1 dado el aplazamiento de la audiencia para el sábado 6 de octubre, fecha en que continuará el proceso.

Fuente: Milenio