Gracias por asomarse a la Ventana…
La caravana de hondureños desesperados es un escándalo que pone a México contra la pared… Por un lado, nuestro humanitarismo queda en entredicho, y por el otro, la presión de presidente de Estados Unidos quien acusa a las autoridades mexicanas de pasividad e incapacidad de detener la marcha de 5 mil 500 hombres, mujeres y niños que pretenden caminar dos mil kilómetros hasta la frontera sur de Estados Unidos… y vienen más…
Hasta ahora, Trump había aplaudido las acciones de las autoridades mexicanas para frenar el flujo de migrantes, que para él significan una emergencia nacional… ahora cambia de parecer… Ya se colaron dos mil sin papeles…
Trump también usa el escándalo como estrategia electoral… Inflama a sus votantes duros en vísperas de las elecciones legislativas; acusa a sus adversarios demócratas de aplaudir la avalancha de extranjeros ilegales y propiciar una desgracia al negarle recursos para levantar el muro; saca ventaja política… esa es su agenda…
Las imágenes dolorosas del hormiguero furibundo en el Suchiate le sirven a Trump para endurecer su discurso: los migrantes son indeseables, peligrosos delincuentes, asaltantes que alteran cualquier orden… Son criminales…
Clama que por la fuerza salvara a Estados Unidos de esa amenaza…
Trump presiona a México para hacer el trabajo sucio… Y México, flojito y cooperando, a grado tal que se borra la frontera entre humanismo y servilismo…
Para el “cara dura” de la Casa Blanca, caravana es carambola…