Francisco se manifestó hoy en contra de las “mentadas de madre” y toda clase de insultos hacia los progenitores de los demás, por eso instó a los fieles a comprometerse en no agredirlos verbalmente.
“Entre nosotros existe la costumbre de decir cosas feas, incluso groserías: por favor, ¡nunca, nunca, nunca insultar a los padres de los demás!”, exclamó el Papa durante su catequesis semanal de los miércoles, ante más de 13 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“¡Nunca, nunca se insulta a la mamá o al papá, nunca! Tomen esta decisión interior: a partir de ahora nunca insultaré a la mamá o al papá de nadie, no deben ser insultados”, agregó, hablando en italiano e improvisando en un discurso que ya tenía escrito.
Partiendo del mandamiento “honrarás a tu padre y a tu madre” sostuvo que respetar a los propios padres lleva a “una larga vida feliz”.
Sostuvo que gracias al amor cristiano, incluso las cosas malas pueden transformarse en preciosas y constructivas, así es posible honrar a los propios padres con libertad y mirando con misericordia sus límites.
Reconoció que la infancia marca a las personas como una “tinta indeleble” y esto se expresa en sus gustos y en su forma de ser, aunque algunos traten de ocultar las heridas del propio origen.
“Aunque no todos los padres sean buenos y no todas las infancias sean serenas, todos los hijos pueden ser felices, porque alcanzar una vida plena y feliz depende del justo reconocimiento hacia quien nos trajo al mundo”, siguió.
Según el Papa, las propias heridas pueden convertirse en potencialidades cuando uno pasa del preguntarse ¿por qué? a ¿por quién? Así, las experiencias tristes y dolorosas, a la luz del amor se convierten en “fuente de salud para los demás”.
“Honrar a los padres: ¡nos han dado la vida! Si tú te has alejado de tus padres, haz un esfuerzo y vuelve: tal vez sean viejos, pero te han dado la vida”, constató.
Fuente: Crónica