El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo y el legislador del PT, Gerardo Fernández Noroña negaron que haya ruptura entre los partidos que representan y tampoco entre ellos, luego del encontronazo del martes pasado en el salón de plenos.
En conferencia de prensa, Muñoz Ledo aseguró que la 64 Legislaturaserá plural y abierta a todas las voces, al tiempo que negó que esta reconciliación pública obedezca al llamado que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, les hizo este miércoles en el sentido de evitar las estridencias y los espectáculos en el Congreso.
Muñoz Ledo añadió que están elaborando un nuevo estilo para la Cámara de Diputados más ordenado, más eficaz y de total respeto a la libre opinión.
“Él (Andrés Manuel López Obrador) no nos ha dado ninguna indicación, en cuanto a escándalos y eso, iba dirigida a toda la coalición y desde luego al partido mayoritario, es más yo creo que estaba pensando en el partido mayoritario, que se comportara, que ya habíamos ganado… no nos regañó, habló enserio de que tenemos que dar ya, la imagen de que somos poder”, subrayó Muñoz Ledo.
El martes pasado durante la primera sesión ordinaria de la 64 Legislatura, Muñoz Ledo, frenó en seco y calificó de “golpeador” a Fernández Noroña, quien pidió una moción de orden e intentó hacer uso de la tribuna sin autorización de la Mesa Directiva.
Aunque ninguno de los dos diputados garantizó que un desencuentro como el del martes pasado se evite, Fernández Noroña pidió no confundir la crítica con la oposición, al tiempo que refrendó su respaldo y compromiso al presidente electo.
“Yo creo que se equivoca quien piensa que va a ver líneas que se va a ejecutar de manera vertical, no, no, no, este es un movimiento muy rico, muy plural, muy diverso. Ahora, tampoco debe haber ninguna duda de que vamos a acompañar a nuestro presidente electo. Me han preguntado – ¿vas a ser oposición? – pues ni que fuera bobo, no se confunda la crítica con la oposición, es mi gobierno, es mi compañero presidente electo”, sostuvo Noroña.
Fuente: Milenio