Alrededor de mil casas del Municipio mexiquense de San Mateo Atenco se inundaron tras el desbordamiento del río Lerma y el colapso del sistema de drenaje.
De acuerdo con información de la Comisión del Agua del Estado de México (Caem), en las primeras horas de este sábado el afluente sufrió una ruptura de 15 metros, derivado de las lluvias recientes.
El escurrimiento, que se registró a la altura del puente de Calzada Tultepec y Rivera Río Lerma, en las inmediaciones de la Unidad Deportiva, afectó viviendas y terrenos de cultivo del Barrio de San Pedro.
Sin embargo, cientos de inmuebles de los Barrios de San Juan, San Nicolás, Santiago y Guadalupe también resultaron dañados después de que aguas negras brotaran de las coladeras.
«Se estima que, al momento, el desbordamiento ha ocasionado afectaciones en más de mil domicilios y zonas de cultivo colindantes, con tirantes de 10 a 80 centímetros», informó el Gobierno del Edomex en un comunicado .
Personal del Ejército, de la Secretaría de Seguridad estatal, de la Policía municipal y de Protección Civil implementaron un operativo para auxiliar a los damnificados.
«Eran como las 3 de la mañana que escuchamos muchas voces, salimos y con la novedad de que ya teníamos agua del drenaje, empezamos a levantar las cosas de nuestros cuartos con tabicones», relató Francisco Valencia, habitante del Barrio de San Juan.
«Ya tiene unos 12 o 13 años de la última inundación así de fuerte que tuvimos por aquí y no habíamos vuelto a sufrir con las aguas negras. Desgraciadamente nos vuelve a tocar y por el momento no hemos recibido ninguna ayuda».
El Ayuntamiento de San Mateo Atenco dispuso cuatro albergues y cocinas para las familias que sufrieron daños.
«Lo malo para nosotros es que sale la sangre del rastro municipal, todo lo que se nos metió es de drenajes, el olor y el riesgo de infecciones, de enfermedades, es lo que nos está afectando», explicó Virginia Maldonado, del Barrio de San Francisco.
Asimismo, personal de la Conagua y la Caem comenzó los trabajos para colocar más de 10 mil 500 costales y 600 metros cúbicos de piedra para cubrir la ruptura del río.
Fuente: Reforma