Lewis Hamilton ha dado otro paso hacia el Mundial en el GP de Singapur, que ha dominado de principio a fin para asaltar un circuito donde Ferrari esperaba ser favorita a la victoria. Amplía hasta los 40 puntos su ventaja sobre Sebastian Vettel, que ha llegado a rodar segundo pero ha terminado tercero tras verse inmerso en tráfico después de su parada en boxes.
Fernando Alonso y Carlos Sainz han firmado una actuación inmaculada para remontar hasta la séptima y octava posición, y consolidarse así como los mejores de la zona media. El dúo ha sacado partido de un accidente de Esteban Ocon y del tortuoso domingo de Sergio Pérez, a quien no le ha salido nada según lo previsto.
Singapur no era una carrera más. La temporada europea ya había terminado y marcaba el inicio de la gira transoceánica final, en la que se decidiría el Mundial. Hamilton llegaba más en forma que nunca tras su victoria en Monza, que le permitió ampliar su renta sobre Vettel hasta los 30 puntos. Toda la presión estaba sobre el alemán, que sabía que cada vez quedaban menos carreras y que no podía fallar si quería mantener vivas sus opciones mundialistas.
Después de la clasificación, la noche se presentaba más propicia para Hamilton. El británico dio la campanada el sábado con una Pole Position seis décimas de segundo más rápida que el tiempo de Sebastian Vettel, que había llegado como teórico favorito. No sólo eso, sino que Max Verstappen empezaría desde la segunda posición de la parrilla y amenazaría con inmiscuirse en la pelea de los dos candidatos al título.
Fernando Alonso y Carlos Sainz tenían ante sí mismos una buena oportunidad de terminar en los puntos. Undécimo y duodécimo en parrilla, eran los primeros con libertad para elegir neumáticos para la salida. Pirelli les sugería tomar la salida con el neumático ultrablando y cambiar luego al blando, lo que les podía permitir atacar a los coches del Top 10, que estaban obligados a arrancar con el hiperblando, más propenso a la degradación.
Cuando los coches abandonaron el Pit-Lane para dirigirse a sus posiciones de salida, Valtteri Bottas tuvo un pequeño susto. El finlandés reportó un problema en un sensor hidráulico, pero lo solventó después de efectuar las pertinentes correcciones en el volante. Eso le permitió llegar hasta la parrilla, donde Zak Brown se acercó a Carlos Sainz para desearle buena suerte al que será piloto de McLaren en 2019.
En la elección de neumáticos, pocas sorpresas. Los diez primeros estaban obligados a usar el hiperblando porque ése era el compuesto que usaron para llegar a la Q3. El resto, incluido Alonso y Sainz, optó mayoritariamente por el ultrablando. Sólo rompieron la estadística Pierre Gasly y Brendon Hartley, que optaron por el hiperblando, y Lance Stroll, que eligió el blando.
Salida. Lewis Hamilton traccionó bien e hizo valer la Pole Position para llegar en cabeza a la primera curva. Por detrás, Sebastian Vettel aprovechó que estaba en el lado limpio de la parrilla para arrancar mejor que Max Verstappen. Se emparejó con el holandés, pero éste se mantuvo por delante al llegar a la frenada. Vettel levantó el pie, pero mantuvo la compostura. Volvió al ataque después de la curva cinco. Le cogió el rebufo y se salió de la aspiración para ganarle el interior en la rapidísima curva seis, y certificó el adelantamiento con una apurada de frenada en la siete. Vettel ya era segundo, justo detrás de Hamilton.
Más movida fue la salida en la zona media. Esteban Ocon intentó un exterior sobre su compañero Sergio Pérez en la curva tres, pero se quedó sin espacio y los dos Force India se tocaron. Como resultado, el coche del francés salió escupido contra el muro. Un trozo de su llanta se quedó incrustado en el alerón delantero de Sergey Sirotkin, que paró en boxes para que se lo pudieran retirar. Dirección de Carrera sacó a pista el coche de seguridad para que los comisarios pudieran limpiar la pista. Fernando Alonso y Carlos Sainz ganaron una posición, y así eran noveno y décimo respectivamente.
El coche de seguridad volvió a boxes al final de la cuarta vuelta. Hamilton se creó el espacio suficiente para relanzar la carrera con seguridad, y así la bandera verde no deparó ningún adelantamiento.
Vettel tenía DRS sobre Hamilton, pero el alemán estaba más preocupado de lo que le venía por los retrovisores que de lo que tenía delante. Verstappen le pisaba los talones a tan sólo cinco décimas de diferencia y también contaba con el DRS para atacarlo en las rectas. A medida que pasaron las vueltas, las diferencias entre los tres se estabilizaron en torno al segundo.
A partir de ahí, la degradación de los neumáticos y la estrategia jugarían un papel protagonista en el devenir del Gran Premio. El compuesto hiperblando se había demostrado volátil en las tandas largas, pero todos estaban interesados en extender su vida al límite para salvar la carrera con una única parada. Eso les obligó a rodar 10 segundos más lentos que en clasificación, para mantener con vida el compuesto rosa.
En la vuelta 13, Hamilton hizo un cambio de ritmo. Lewis amplió su liderato hasta los 2,0 y luego hasta los 2,8 segundos. El tirón no era casual, sino que coincidía con una ligera llovizna que puso en alerta a todos los estrategas.
En la vuelta 15, Ferrari movió ficha y llamó a Sebastian Vettel. El alemán paró para poner ultrablandos e intentar el undercut sobre Hamilton. El teutón se reincorporó a pista justo delante de Romain Grosjean, con siete segundos de aire limpio por delante.
Mercedes reaccionó y llamó a Lewis Hamilton en la vuelta siguiente. En su caso, apostaron por el compuesto blando. Más lento que el ultrablando de Vettel, pero de más fácil gestión. Lewis regresó justo delante de Pérez y de Vettel, con once segundos de aire limpio por delante.
Vettel atrapó a Pérez rápidamente. El mexicano le costó unos segundos de oro. Se deshizo de él en la frenada de la recta principal, pero el tiempo perdido le exponía a un overcut de Max Verstappen. En ese instante, Hamilton estaba cinco segundos por delante del alemán.
Verstappen entró en la vuelta 17. El holandés cambió a blandos. Se reincorporó en paralelo con Vettel, que le intentó hacer un exterior por la curva tres. El teutón tuvo que desistir en su intento. Pudo volver a intentarlo en la curva siete, cuando sus gomas aún estaban en mejor temperatura, pero hizo un pequeño contravolante que le impidió alcanzar la velocidad deseada.
Esto favorecía enormemente a Lewis Hamilton, que veía cómo la carrera se ponía a su favor. Su ventaja sobre Max Verstappen era de cinco segundos. Sebastian Vettel había caído a la tercera posición, por detrás del holandés, y además iba con unos neumáticos más blandos que amenazaban con no llegar hasta la bandera a cuadros.
En la pelea de la zona media, Sergio Pérez paró cuando era séptimo pero salió en tráfico. El mexicano se desesperó detrás del Williams de Sergey Sirotkin. Eso les dio la vida a Fernando Alonso y Carlos Sainz, que amenazaban con dejar atrás a ‘Checo’ tras sus respectivos pit-stops.
La llovizna regresó en la vuelta 25, aunque tampoco fue a más y la pista se mantuvo en condiciones óptimas para los compuestos de seco.
En la vuelta 27, Charles Leclerc y Pierre Gasly se midieron de tú a tú. El futuro piloto de Red Bull bloqueó neumáticos –gastados– en dos ocasiones y el futuro piloto de Ferrari lo aprovechó para arrebatarle la novena plaza.
En la vuelta 28, Lewis Hamilton recuperó el liderato de la carrera después de que Daniel Ricciardo efectuase su pertinente parada en boxes. El británico estaba en su propia liga, con un cómodo margen de 4,9 segundos sobre Verstappen y de 7,2 sobre Vettel, que había desistido en su ofensiva para preservar con vida sus Pirelli. Ricciardo se reincorporó sexto, por detrás tanto de Bottas como de Räikkönen. Mismo orden que en la salida.
Al filo del ecuador de la carrera, Hamilton ya tenía el Gran Premio en el bolsillo. El británico se mantenía 4,9 segundos por delante de Verstappen, mientras que Vettel era tercero a 9,1. No sólo eso, sino que a tres segundos de éste se acercaba Bottas con el neumático blando, dispuesto a ponerle en apuros cuando la degradación entrase en juego en los compases finales.
En la vuelta 34, Sergio Pérez se equivocó. Le ganó el interior a Sergey Sirotkin en la curva 16, pero el ruso le aguantó el pulso y trazó la curva en paralelo. Los dos coches se emparejaron tras la 17, pero el mexicano quiso irse al interior para cerrar su trazada y se tocó con el Williams. Consecuencia del impacto, Pérez sufrió daños y tuvo que pasar por boxes. Sirotkin siguió adelante. Dirección de Carrera le impuso un Drive-Through como penalización.
En la vuelta 36, llegaron los doblados. Y con ellos el caos. Hamilton se abrió paso como pudo, hasta que llegó a Sergey Sirotkin y Romain Grosjean. El francés se olvidó de las banderas azules y adelantó en pista a Sirotkin. Esa pelea obligó a Hamilton a ser conservador y esperar su turno para pasar, lo cual permitió a Verstappen neutralizar su ventaja. El holandés intentó el adelantamiento en la curva 10, pero el británico protegió bien el interior y mantuvo el liderato. Grosjean recibió cinco segundos de sanción por desobediencia.
Fernando Alonso y Carlos Sainz completaron su parada de forma prácticamente simultánea y consolidaron el ‘overcut’ sobre Sergio Pérez tras los lances en los que se había visto inmerso el mexicano. Alonso salió séptimo y Sainz noveno, justo detrás de un Marcus Ericsson al que adelantó en la vuelta 44 para certificar la octava plaza.
En la vuelta 51, cuando faltaban 10 para el final, todo parecía decidido en cabeza de carrera. Hamilton tenía 3,8 segundos sobre Verstappen. Vettel seguía tercero, a 13,8 del líder y con un colchón de 8,5 sobre Bottas, lo que le daba un colchón de seguridad por el podio. Donde sí había pelea era en la lucha por la cuarta posición, que Bottas ostentaba con apenas décimas de ventaja sobre Räikkönen y Ricciardo. Tanto el Ferrari como el Red Bull tenían DRS.
En los compases finales, nada cambió. Verstappen y Vettel levantaron el pie definitivamente y se limitaron a recibir la bandera a cuadros después de Lewis Hamilton, que se alzó vencedor en un circuito donde Ferrari partía como favorita. Su ventaja en el Mundial crecía en otros 10 puntos, hasta los 40. Vettel aún dependía de él mismo para ser campeón, pero estaba obligado a ganar las seis carreras restantes para conseguirlo.
Fernando Alonso y Carlos Sainz terminaron séptimo y octavo para firmar un domingo perfecto para el automovilismo español. El asturiano de McLaren y el madrileño de Renault fueron los mejores de la zona media. Charles Leclerc y Nico Hülkenberg completaron el Top 10.
Fuente: soymotor.com