El papa Francisco tenía una sorpresa preparada el domingo para las cerca de 40 mil personas que se reunieron en la plaza de San Pedro: unos pequeños crucifijos.
Mientras hablaba con peregrinos, turistas y católicos, Francisco dijo que se trataba de un regalo, “si alguien les dice que tienen que pagar, está siendo astuto”, no tienen que pagar nada.
El pontífice bromeó y puso un dedo debajo del ojo, un gesto italiano que señala la astucia.
El crucifijo es el signo del amor Dios que en Jesús dio la vida por nosotros. No es un objeto decorativo sino un signo religioso, para contemplar y orar», explicó Francisco.
Entre los que distribuyeron los miles crucifijos estaban el limosnero papal, el cardenal polaco Konrad Krajewski, así como monjas, algunas personas sin hogar y pobres de Roma.
Francisco entregó un emparedado a los 300 voluntarios que entregaron los regalos.
Agradezco a las hermanas, los pobres y los refugiados que van a distribuir este presente, pequeño pero precioso», dijo el Papa.
Se distribuyeron 40 mil crucifijos empaquetados en una cajita de cartón con la inscripción ‘En la cruz de Cristo hay todo el amor de Dios, su inmensa misericordia’ en tres idiomas: italiano, español e inglés, indicó un comunicado del Vaticano.
Esta frase fue pronuncia por Francisco en Brasil en julio de 2013, en ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ).
Fuente: Excélsior