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El Barça golea al PSV; triplete de Messi

Publicado por
Aletia Molina

El Barça empezó alegre en ataque y un poco descuidado en defensa. En el minuto 8, casi se adelanta el PSV, Pereiro mediante, en una jugada muy parecida -salida también de una falta- a la que propició el sábado que la Real Sociedad lograra el 1 a 0. Viergever, en una rapidísima contra, casi bate a Ter Stegen en el minuto 13, pero su rosca no acabó de cerrarse como esperaba y el balón salió ligeramente desviado. El Barça atacaba con velocidad e intención y los holandeses no se sentían cómodos defendiéndose, pero cada ataque del PSV era peligrosísimo y los de Valverde no tenían el partido donde querían: demasiados agujeros defensivos y poca imaginación ofensiva.

Lo primero del Barça lo tuvo Suárez, que desperdició con un mediocre disparo la brillante asistencia de Messi. A partir de ahí el equipo tomó las riendas del partido y fue poco a poco asentando su dominio. Viergever en el 29 vio la amarilla y le regaló una falta a Messi en el balcón del área que el argentino no desaprovechó y se estrenó con una hermosa parábola en la Champions 2018. Salió entonces levemente el sol en el Camp Nou y no es una metáfora. De los 17 goles que lleva el Barça este curso, 7 los ha conseguido de pelota parada.

Volvimos del descanso de un puñetazo de Ter Stegen, para alejar un peligroso centro de los holandeses. El PSV no se resignaba y se estiraba buscando el empate. El Barça volvía a una cierta precipitación ofensiva, aunque lejos del caos de los primeros compases de la primera parte. Con una presión alta y eficaz, recuperaba balones y aunque faltaba finura y calma en el último tramo, la sensación era que el 2 a 0 se iba cociendo a fuego lento. De todos modos, algunas rapidísimas contras de los visitantes nos recordaban qué cerca vivíamos del empate. Umtiti vio la amarilla de la manera más absurda: por protestar. El club tendría que sancionarle económicamente, por poco profesional y por irresponsable.

Coutinho casi marca pero Zoet a mano cambiada desvió el elegantísimo disparo. Por detalles sin demasiada importancia, las cosas con el árbitro se fueron poniendo tensas, y Tasos Sidiropoulos parecía ir a remolque de los acontecimientos, sin acabar de controlarlos. Ter Stegen lo paraba todo y con esa seguridad tan suya que hace que lo muy difícil parezca así de sencillo.

Una bellísima, sutil, delicada vaselina de Suárez desde la frontal del área se estrelló en el larguero. Oscurecida la ciudad, tuvimos la plena sensación de que efectivamente volvíamos a vivir la Champions. Suárez seguía en sus broncas estériles, ora con los adversarios, ora con el árbitro. También el club tendría que reprenderle y sancionarle, porque el Barça no puede permitirse frivolidades de esta naturaleza que tan gravemente pueden perjudicarle. Pero quien cerró la noche y con un mérito extraordinario fue Dembélé, con un trabajado golazo en el minuto 74. Messi en el 76 marcó el tercero y en el 87 el cuarto -otro hat-trick del genio- para envolver para regalo la primera victoria de su equipo en la mejor competición deportiva de todos los tiempos. Umtiti vio la segunda amarilla -merecida- por una obstrucción clarísima. Esta expulsión -la primera en los 88 partidos que Umtiti ha jugado con el Barça- no habría tenido lugar sin las protestas poco inteligentes de la primera parte.

Fuente: ABC

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Aletia Molina