La cumbre será una prueba de fuego para otra reunión que Kim ha propuesto recientemente al presidente de EU, Donald Trump, y dará pistas sobre si Kim habla en serio respecto a la desnuclearización, un compromiso que asumió en su primer encuentro en junio.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, llegó a Corea del Norte el martes para su tercera cumbre, posiblemente la más exigente, con Kim Jong Un, en la que espera romper el estancamiento en las conversaciones con Estados Unidos sobre la desnuclearización del Norte e insuflar energía a sus propios esfuerzos para ampliar y mejorar las relaciones entre las dos naciones.
Es la primera visita de un dirigente surcoreano a la capital norcoreana en 11 años.
Con una estampa ya familiar de los dos líderes coreanos intercambiando abrazos y sonrisas, Kim recibió a Moon a su llegada al aeropuerto de Pyongyang.
Los dos mandatarios se reunieron en dos ocasiones este año en la localidad fronteriza de Panmunjom, pero la visita de Moon es la primera de un dirigente surcoreano a la capital norcoreana en 11 años.
Con Moon viajan magnates de los negocios como el heredero de Samsung, Lee Jae-yong, lo que demuestra la esperanza del líder surcoreano de ampliar los proyectos empresariales transfronterizos.
En la actualidad, todos los grandes proyectos entre las dos naciones están estancados por las sanciones lideradas por Washington.
Se espera que Moon se reúna con Kim el martes y el miércoles, según su jefe de gabinete.
Si estos encuentros salen bien, los dos líderes podrían anunciar de forma conjunta los resultados de la cumbre el miércoles. Moon regresará a Seúl el jueves.
Moon y su esposa, Kim Jung-sook, fueron recibidos por Kim y la suya, Ri Sol Ju.
El líder norcoreano llevó entonces a sus invitados a saludar a algunos de sus altos cargos, que intercambiaron saludos con la delegación surcoreana.
Miles de norcoreanos saludaron y agitaron ramos de flores y banderas nacionales y de unificación.
Soldados y tropas navales locales se cuadraron para recibir a Moon, y los dos políticos pasaron revista a la guardia de honor, según las imágenes de medios surcoreanos desde el lugar.
Damos fervientemente la bienvenida al presidente Moon Jae-in», decía un cartel.
Fuente: Excélsior