La emergencia migratoria de Venezuela y la lucha contra las drogas. El presidente de Colombia, Iván Duque, se estrenará el próximo miércoles en la Asamblea General de Naciones Unidas con una intervención centrada en estas urgencias. Para ambas, que junto al desarrollo del proceso de paz con las FARC marcarán su mandato, propone un enfoque internacional. Duque, que asumió el cargo hace mes y medio, solicitará a la ONU la creación de un fondo multilateral de asistencia humanitaria para afrontar el multitudinario éxodo de venezolanos.
El sucesor de Juan Manuel Santos defiende que la gravísima crisis que golpea al país vecino debe tener una respuesta regional. Esto es, Colombia, que ha acogido a cerca de un millón de migrantes, no puede hacerse cargo de la situación en los más de 2.200 kilómetros de frontera si no hay mayor cooperación internacional. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, coincide con Duque en la necesidad de aumentar la cooperación y, en este contexto, el organismo nombró esta semana a un representante especial para los refugiados y migrantes de Venezuela, un cargo que ocupará el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Stein. Se trata, en su opinión, de «establecer un mecanismo más fuerte de coordinación». «Ese mecanismo», explicó Guterres, «estará en funciones y creo que es una respuesta absolutamente necesaria dado el número muy elevado de personas que han salido del país».
El presidente expondrá, además, su estrategia de lucha contra el narcotráfico, que pasa por una aproximación mundial a este problema. Colombia alcanzó en 2017 un nuevo récord de cultivos de hojas de coca, pasando de 146.000 a 171.000 hectáreas sembradas, y sigue siendo el primer productor y exportador. También la producción potencial de cocaína superó las cantidades de los años anteriores: casi 1.400 toneladas. Precisamente antes de la apertura del período de sesiones en la ONU, Duque participará en un foro sobre drogas convocado por Donald Trump, con quien además se reunirá por separado.
Durante su participación en la Asamblea General en Nueva York abordará también la implementación de los acuerdos de paz con las FARC, logrados por Santos en noviembre de 2016. «Me referiré a esta voluntad del Gobierno nuestro y a nuestro firme deseo de tener una paz que sea producto de la legalidad, que sea una paz creíble, que sea una paz que se sientan los territorios del país, y que también vaya consigo de ejercer la autoridad para evitar que las economías ilegales sigan sembrando daño en Colombia», afirmó Duque. El mandatario quiere modificar algunos aspectos de lo pactado, sobre todo en relación con las actividades políticas de los exguerrilleros y la llamada jurisdicción especial para la paz, el tribunal encargado de juzgar los crímenes de más de medio siglo de guerra.
Fuente: El País