La ampliación de la Línea 5 del Metrobús, de San Lázaro a Calzada de las Bombas, se entregará en noviembre próximo, y la segunda fase, hasta Vaqueritos, quedará lista en febrero o marzo de 2019, todo ello con un costo de dos mil 154 millones de pesos en infraestructura y 560 millones en 85 autobuses.
El director del medio de transporte, Guillermo Calderón Aguilera, destacó que en lo que respecta a la infraestructura, son recursos públicos del gobierno de la ciudad y con un componente que le da certidumbre de apoyo de crédito del Banco Mundial y Banobras, lo cual consideró una garantía de la confianza que tienen las instituciones financieras internacionales en el Metrobús.
En tanto, la inversión en autobuses es de los transportistas, con apoyo y administración del fideicomiso en el que se recolecta el dinero, donde están los anteriores concesionarios privados hombres-camión, a quienes se les apoyó para que den el salto de transportistas individuales a transportistas agrupados en empresa y ahí están agrupadas dos rutas.
En entrevista, explicó que el inicio de la ampliación inició el 17 de agosto del año pasado y, con ello, se tendrá una Línea 5 de un total de 30 kilómetros desde su primera fase, a partir del Río de los Remedios y que, con la Línea 1, en Insurgentes, son las más largas del país y de América Latina.
Expuso que las ganancias de esa nueva ruta son muchas, una muy importante el tiempo. En un tramo entre Miramontes y Río de los Remedios, un usuario se puede llevar fácilmente más de dos horas. pero en el Metrobús será posible hacer el recorrido en una hora 10 minutos.
«Y, por las condiciones que tenemos, de control de la flota y carril confinado, no importa si es viernes o quincena, o esté lloviendo», aseguró el directivo.
“Nosotros vamos sobre nuestra vía. El transporte privado puede estar parado, pero nosotros tenemos nuestro carril. Esto significa muchas horas-hombre que se recuperan no sólo en la economía de la ciudad, sino fundamentalmente en la calidad de vida de los habitantes de la zona metropolitana”, añadió.
El trazo de la ruta que seguirá esta línea se eligió porque pasará por zonas de unidades habitacionales muy importantes, a fin de que los usuarios no tengan que usar un microbús o pagar un taxi, sino que saliendo de su casa vayan a la estación más cercana. La otra ventaja es la altísima conectividad con el Metro y con otras líneas del Metrobús, enfatizó.
Con el Metrobús, detalló, hay correspondencia y eso no se paga. pues actualmente hay 140 kilómetros de corredores y con un pago único de seis pesos es posible recorrerlos todos.
La segunda fase de la Línea 5 va precisamente del punto terminal de la sección norte, que es San Lázaro, y recorre todo el Eje 3 Oriente hasta la Calzada de las Bombas. Allá, en el sentido hacia el sur, transitará por Calzada de las Bombas, Cafetales y Miramontes para continuar hasta la Glorieta de Vaqueritos y con ello dicha línea tendrá 30 kilómetros de longitud.
Destacó la importancia de esta línea para la conectividad; pues tendrá 35 estaciones, transportará hasta 155 mil pasajeros diarios y beneficiará a 50 colonias de las delegaciones Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Coyoacán y Tlalpan.
Respecto a la conectividad, la Línea 5 del Metrobús, en su segunda etapa, facilitará el acceso a la Línea 2 del Metrobús y a las líneas 1, 8, 9, 12 y «B» del Metro. «Eso es lo que buscamos como política de movilidad en la ciudad: que la gente haga viajes, tramos de viaje más largos, rápidos y seguros», resaltó.
La columna vertebral del esquema de movilidad de la Ciudad de México es el Metro y la idea es «alimentar» a dicho medio de transporte «y alimentarnos del Metro en forma más rápida y eficiente. Es hacerle la vida más fácil a los habitantes de la ciudad y la zona metropolitana», expuso.
“Se trata de evitar los pedacitos de viaje y hacerlos más rápidos y seguros. Eso es una gran virtud de esta línea por todas las zonas que atendemos. Queremos sobre todo dotar de una movilidad moderna, eficiente y segura lo que es la parte oriente de la ciudad, que son estas delegaciones”, mencionó Guillermo Calderón.
Con la ampliación de la Línea 5 se sustituirán casi 400 microbuses por 85 autobuses de muy bajas emisiones y de muy alta capacidad, se dejarían de emitir por lo menos 25 mil toneladas de gases de efecto invernadero al año, además de que al entrar el Metrobús a sus colonias, muchos habitantes comienzan a dejar sus automóviles en casa.
Reconoció que las obras provocan molestias, pero enfatizó que son temporales y que una vez que concluyen son muy benéficas, pues la idea es tomar todas las medidas pertinentes para provocar un mínimo de molestias a los vecinos.
Guillermo Calderón destacó la importancia y el éxito de la Línea 5 del Metrobús, pues se trata del primer modelo para el concepto de calle completa, lo que incluye la reparación de todas las banquetas, la construcción de una ciclopista, guarniciones, alumbrado, reparación de pavimento en toda la vialidad, así como la colocación de juegos al aire libre y la reparación de parte de un gimnasio.
Es decir, se recuperó toda esta zona en beneficio de los usuarios y vecinos de la zona. La gente regresó a convivir en esa parte arbolada y de camellón amplio de la avenida Eduardo Molina. Y en cuanto a pasajeros transporta 75 mil pasajeros diarios.
Sobre si la ampliación puede llegar a Xochimilco, señaló que lo han estudiado. “Tenemos que hacer intervenciones varias para poder cruzar del otro lado del Periférico, se encuentra colapsada esa zona, y ahí tenemos que ser muy cuidadosos con cualquier decisión que cambie el esquema vial”.
Dijo también que sobre el Metrobús hay muchos mitos. Por ejemplo, se cree que a su paso vibran las construcciones aledañas, pero el carril va reforzado con concreto y asfalto de alta resistencia para evitar cualquier hundimiento en su paso continuo.
También se teme por su peso, pero éste mide 18 metros y su peso a máxima carga es de 28 toneladas. Pero tiene tres ejes, lo cual da una relación de menos de 10 toneladas, que es lo que carga. Esas han sido inquietudes de vecinos de Calzada de las Bombas y Canal de Miramontes.
«Ahora pasan por ahí vehículos más pesados de transporte de carga, tréileres. Entonces, el peso no es un inconveniente ni provoca nada. Esos son mitos o comentarios mal intencionados, puntualizó».
Fuente: Excélsior