El mismo día que un grupo separatista árabe mató por lo menos a 25 personas en un ataque perpetrado durante un desfile militar en el suroeste de Irán, el abogado del presidente Donald Trump declaró en Nueva York que el gobierno iraní sería derrocado.
“No sé cuándo los derrocaremos. Podría ser en pocos días, o meses o un par de años, pero va a suceder”, dijo el sábado Rudy Giuliani, ex alcalde de la ciudad de Nueva York y abogado del mandatario estadounidense. “Van a ser derrocados. El pueblo iraní obviamente ya está harto”.
Para la teocracia chií, comentarios como los de Giuliani solo aumentan los temores de que Estados Unidos y sus aliados del Golfo Pérsico están conspirando para dividir a la República Islámica.
Las amenazas de ese tipo no han provocado un enfrentamiento militar o violencia, pero el riesgo de que eso ocurra está incrementando.
“Indudablemente, la República Islámica de Irán no ignorará este crimen. Está absolutamente claro para nosotros quién hizo eso, con qué grupo están y con quién están afiliados”, advirtió el presidente iraní Hassan Rouhani antes de abordar un vuelo hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Todos esos países pequeños y mercenarios que vemos en la región están respaldados por Estados Unidos. Son los estadounidenses los que los alientan y les proporcionan los recursos necesarios para cometer esos crímenes”.
Rouhani ha sido elegido dos veces para ocupar la presidencia del país bajo las promesas de que mejoraría las relaciones con Occidente y concretaría el acuerdo nuclear que se firmó en 2015.
“Por primera vez, los dos lados en lugar de negociar la paz después de la guerra se involucraron en el diálogo y la comprensión antes del estallido del conflicto”, dijo el mandatario iraní.
Sin embargo, hoy en día es más probable que haya algún enfrentamiento. Lo que parece que cambió en los últimos años son las políticas de la región y de Estados Unidos. Mientras que los aliados suníes del Golfo Pérsico de Estados Unidos criticaron el acuerdo nuclear, muchos reconocieron después que hizo lo que estaba diseñado para hacer.
Fuente: La Razón