Desde hace algunos años, en Tulum, una familia de agricultores aprovecha el sargazo para fertilizar sus cultivos.
Este es el secreto mejor guardado de la Riviera Maya y Cancún.
“Para nosotros es mucho mejor que el fertilizante que se vende en la tienda”, aseguró Plácido Balaman, agricultor maya.
“N’ombre con lo que estoy sembrando ahorita, en unos 15 días, tres semanas, vas a ver cómo está verdecito, sí da resultado”, afirmó Víctor Balam, agricultor.
Víctor y Plácido han pasado su vida en Tulum, Quintana Roo, y siempre se han dedicado a la agricultura de autoconsumo.
Dicen que en 2015 descubrieron la manera de mejorar sus cultivos de maíz, frijol, calabaza y chile usando sargazo y aserrín.
Cuando empezó a salir el sargazo hace como tres años, vino un cuate y me dijo ‘¿no necesitas sargazo?’, y le contesté ‘¿Pa’ qué chingaos lo quiero?, y me dijo ‘Puedes sembrar algo’, y yo le dije ‘Pero si está salada esa cosa’, pues le dije ‘Bueno, tráelo’ y me trajo tres viajes”, relató Víctor.
“Al recibirlo acá lo dejamos dos o tres días al sol, ya después le echamos una lavada y al siguiente día lo extendemos, creo que por eso el olor se va”, explicó Plácido.
Una vez extendido en la zona de siembra, el sargazo es cubierto con una capa de aserrín. El sol y la lluvia hacen el resto. Los productos cosechados no pierden su textura, sabor y aroma característicos.
Plácido dice que ni el manejo manual del sargazo y ni el consumo de sus cultivos les ha causado alguna enfermedad.
“Para nada, estamos más saludables que los que viven en el pueblo”, reiteró.
Hasta hoy la familia Balam recibe una mínima parte de las algas que cotidianamente recalan y se recogen en las playas de Tulum.
Otra parte se acumula en las dunas y el resto en lugares a cielo abierto o donde se puede, pero alejado de la mancha urbana del municipio.
“Estamos recolectando más de 120 toneladas de sargazo a la semana, esto ha representado para nosotros más del triple de lo que en un día normal recolectábamos en esta zona”, indicó Ahmed Gómez, director marítimo terrestre de Tulum.
“Es un fenómeno que seguirá sucediendo, no sabemos hasta cuando, pero seguramente seguirá sucediendo”, aseveró la bióloga Rocío Peralta. (LA VERDAD / AGENCIAS)