El presidente estadunidense Donald Trump amenazó a los países que sigan comerciando con Irán tras el restablecimiento este martes de unas sanciones que calificó como «las más duras» jamás aplicadas, en tanto los iraníes manifiestan su ira y temor por sus consecuencias.
En Irán, el rechazo al restablecimiento de las sanciones de Estados Unidos decididas tras el retiro unilateral en mayo de Washington del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015 con las grandes potencias es un clamor general.
El presidente iraní, Hasan Rohani, acusó a Washington de «querer lanzar una guerra psicológica contra la nación iraní y provocar disensiones» entre los ciudadanos del país.
Las medidas estadunidenses también indignaron a los europeos, firmantes del acuerdo, que dijeron estar «decididos a proteger a los operadores económicos europeos que participan en negocios legítimos con Irán», dijo un comunicado de la Unión Europea (UE).
Pero a pesar del anuncio de la UE, el grupo alemán Daimler anunció este martes el cese de sus actividades en Irán.
«Suspendimos nuestras actividades en Irán con la aplicación de las sanciones», explicó el portavoz de esta empresa automovilística, que preveía impulsar la fabricación y la venta de camiones Mercedes en el mercado iraní.
Por su lado, Rusia anunció que está «profundamente decepcionada» por las sanciones de EU a Irán, mientras Siria calificó la medida como «ilegal desde el punto de vista del derecho internacional», lo que «confirma que la política del gobierno estadounidense se inclina a la hegemonía y a la arrogancia», declaró un responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio citado por la agencia oficial Sana.
Trump dijo en un tuit que «éstas son las sanciones más mordaces jamás impuestas, y en noviembre aumentan a otro nivel». Agregó que «cualquiera que haga negocios con Irán NO los hará con Estados Unidos. Estoy pidiendo la PAZ MUNDIAL, nada más».
La primera ronda de sanciones estadunidenses incluye bloqueos a las transacciones financieras y a las importaciones de materias primas, así como medidas para impedir las compras en el sector automotor y en la aviación comercial.
Esas sanciones probablemente acentúen el deterioro de la ya maltrecha economía iraní, que sufre de una alta tasa de desempleo y una importante inflación. La moneda iraní, el rial, ya perdió cerca de la mitad de su valor desde que Trump anunció su decisión.
«Siento que me están destruyendo mi vida. La situación económica ahora significa que la clase trabajadora tiene que morir», dijo Ali Paphi, un obrero de la construcción.
Fuente: MVS