El aspirante independiente a la Presidencia de la República, Gustavo Jiménez Pons, dueño de la empresa GBS Air Enterprises, entregó una carta de intención a Andrés Manuel López Obrador para comprar el avión presidencial TP01, denominado José María Morelos y Pavón, en mil 900 millones de pesos.
El empresario y también ex candidato al gobierno de la ciudad de México en 2006, dijo que la finalidad de la compra es rentar el TP01 como un taxi aéreo de lujo a presidentes de otros países que no tienen aeronaves privadas o a bandas de rock como los Rolling Stones.
En la carta que entregó en manos de Leticia Ramírez, encargada de atención ciudadana de López Obrador, el empresario que se dedica a los servicios de taxis aéreos, también propone al presidente electo pueda hacer uso del avión presidencial y que el gobierno solo pague los gastos de vuelo y operación de la aeronave.
Además, se interesan en tener en arrendamiento las instalaciones del denominado hangar presidencial para tener la aeronave en dicho espacio y de ser posible subcontratar los servicios del personal que da mantenimiento al TP01.
CONTEXTO
El avión presidencial mexicano, un Boeing Dreamliner 787-8, tuvo un costo total del avión —incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones— fue de 218.7 millones de dólares.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 se explica que la adquisición del avión presidencial será amortizada durante los 15 años con dos pagos anuales, uno de 45 millones de pesos, por operación y mantenimiento; y un pago por el arrendamiento entre 4.6 y 451.4 millones de pesos, por lo que se espera que la aeronave tenga un costo total de 7,560 millones de pesos.