La población mundial está envejeciendo: la mayoría de países del mundo están experimentando un aumento en el número y la proporción de personas mayores, y México no es la excepción. El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores y principalmente en la salud y por lo tanto en protección social.
Durante las últimas décadas en México se ha experimentado un acelerado cambio en los ámbitos demográfico y epidemiológico, debido a la disminución de la mortalidad en las personas mayores, permite que los mexicanos logren vivir hasta edades más avanzadas. La vejez como se conoce biológicamente, está marcada por el deterioro, la disminución de facultades y la aparición de enfermedades crónicas degenerativas, sin embargo, si existiera una cultura preventiva en salud del adulto mayor, esto puede cambiar. Lo destacado no es la sobrevivencia por más años, sino que esos años también sean de calidad.
De acuerdo a la encuesta intercensal 2015 el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la pirámide poblacional sigue la tendencia de reducir su base, mientras que continúa el crecimiento tanto en el centro como en la parte alta. Los adultos mayores mexicanos con más de 65 años pasaron de ser el 6.2% del total de la población en 2010, al 7.2% en 2015. Se estima que, a nivel nacional por cada 100 personas en edades laborables, 10 de ellas son mayores a 65 años.
Son muchas las enfermedades que aquejan al adulto mayor, algunas son inevitables y otras se pueden prevenir o retrasar su aparición y sus incapacidades que éstas pudiera conllevar su evolución. Por eso, siempre es muy importante que las personas adopten buenos hábitos alimenticios, den continuidad a sus tratamientos y visitar al médico de forma más frecuente.
La atención médica debe ser integral en las personas con más de 60 años, como es: cardiología, neumología, nefrología, urología, geriatría, otorrinolaringología, gastroenterología y oftalmología.
Hay que poner mucha atención en la oftalmología, ya que el ojo es el primer órgano del cuerpo humano en mostrar signos clínicos de envejecimiento. Los primeros síntomas de su deterioro aparecen a partir de los 45 años y suelen ser la pérdida de elasticidad del cristalino y la consecuente falta de visión cercana, llamada presbicia o lo que se conoce comúnmente como vista cansada.
Otro problema ocular, ligado a la edad, es la sequedad ocular o el síndrome del ojo seco, provocado la disminución de lágrimas, teniendo una incidencia superior en mujeres, ya que éstas están sujetas a mayores cambios hormonales.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catarata es la causa más importante de ceguera reversible en México y América Latina. La mayoría de la catarata se relaciona con el paso del tiempo, sus etapas primarias van apareciendo discretamente a
partir de los 50 años. La catarata es la opacidad de la lente natural (cristalino) del ojo, ya que se bloqueando el paso de los rayos luminosos, sus síntomas son visión borrosa, fotofobia o vista nublada. Su aparición también puede ser provocada por la diabetes o un
por un golpe.
Además de que el ojo va envejeciendo con el paso de los años, existen otros factores externos que aceleran el desgaste del mismo, como es la sobreexposición al sol, ya que las células del cristalino, dañadas por los rayos UVA, al contrario de lo que sucede con las
de la piel, no se regeneran. Por ello, el daño se va acumulando y puede ser la causa, por ejemplo, el edema macular, en donde la retina también se ve afectada por la incidencia directa del sol.
Por tal motivo la Fundación Vamos Viendo A.C. www.vamosviendo.org con más de 10 años atendiendo la salud visual en México y en especial al adulto mayor, recomienda “someterse a revisiones oftalmológicas periódicas, una vez al año por lo menos a partir de los 40 años, ya que con la edad el riesgo de padecer enfermedades oculares se incrementa de manera considerable y proteger los ojos con gafas de sol homologadas”, principalmente. En el caso de los pacientes con diabetes, éstos deberán de acudir al oftalmólogo cada seis meses, para realizar un estudio completo, incluyendo fondo de ojo, tal y como lo recomienda la OMS.
La Fundación Vamos Viendo A.C. considera que es prioritario impulsar una cultura preventiva en salud visual en el adulto mayor, que contemple actividades de detección, difusión promoción, educación en atención oftalmológica, lo que contribuirá a disminuir los problemas oculares con los costos más económicos y poder reducir los índices de ceguera por causas prevenibles o tratables en los adultos mayores.
Alrededor de un 65% de las personas con discapacidad visual son mayores de 50 años, este grupo de edad apenas representa un 20% de la población mundial, pero se encuentra en aumento, por lo que se estima que más personas estarán en riesgo de sufrir discapacidad visual por enfermedades oculares crónicas y envejecimiento, si es que no se atienden adecuadamente de manera inmediata.
Por lo tanto, siempre es importante el prevenir, realizar detecciones oportunas y atender aquellos padecimientos visuales que afecta a la población mayor, bajo la premisa “Salud Visual para Todos” es como la Fundación Vamos Viendo A.C. celebra a los Abuelos en su día, en su campaña 20/20, la cual consiste en ofrecer una atención oftalmología al adulto mayor de 60 años, con una cuota mínima de recuperación. La campaña tendrá una vigencia de 20 días, inicia el lunes 20 de agosto y termina el 12 de septiembre. Las consultas son de lunes a sábado al sur de la Ciudad.
Para mayor información, puede comunicarse al 1520 1934 o [email protected]