El gobierno de la Ciudad de México necesita regular las aplicaciones tecnológicas de movilidad, por lo que se modificará la Ley de Movilidad emitida en 2014.
Así lo consideraron desarrolladores de soluciones tecnológicas para la movilidad vía aplicaciones para teléfonos inteligentes (apps) quienes ven que en la ley no existen los lineamientos para regular e impulsar de manera ágil este tipo de innovaciones.
En la Ciudad de México, la aparición de aplicaciones para servicios de movilidad cada vez es mayor, pues ya no sólo existe Uber y Cabify, sino que han surgido todo tipo de servicios desde sistemas de préstamo de bicicletas convencionales o eléctricas, vagonetas que ofrecen viajes compartidos, aplicaciones para realizar viajes inteligentes o controlar parquímetros y hasta opciones de movilidad en patín del diablo.
Los desarrolladores consideraron que es lógica la aparición de tantos servicios, puesto que la demanda de movilidad en la Ciudad de México y su zona metropolitana es de las más importantes del mundo con alrededor de 34 millones de viajes diarios.
“Han surgido muchas plataformas en el caso de carpooling ya somos tres en la Ciudad de México. Puede pensarse como un desorden, pero es más bien que el mercado lo está pidiendo. Tan sólo la Ciudad de México es la segunda que más le deja a Uber, después de Sao Paulo”, dijo Roberto Morales, del sistema de vagonetas compartidas Bussi.
Sin embargo, la Ley de Movilidad no contempla, a profundidad, cómo el gobierno, a través de la Secretaría de Movilidad debe regular, gestionar, integrar e impulsar este tipo de soluciones.
El artículo 34 habla del Fondo Público de Movilidad y Seguridad Vial y en su apartado IV indica que una de sus funciones es realizar estudios para la innovación, mejora tecnológica e informática del sector movilidad. Pero no da detalles de cómo hacerlo y si la sociedad civil organizada o la iniciativa privada pueden participar en la creación de proyectos vía apps.
El artículo 52 indica que la Semovi deberá crear un banco de proyectos integrado por estudios en materia de movilidad, vialidad y transporte, pero no indica cómo integrar las innovaciones tecnológicas.
“El desarrollo tecnológico va a una velocidad increíble y dejó rezagada la normativa y la institucionalidad, no sólo en México, sino en todas las ciudades. La disposición institucional no estaba prevista para que el ritmo de la tecnología presentara este tipo de soluciones”, consideró Fernando Páez, director de Operaciones de World Resources Institute México (WRI).
Indicó que es necesario revisar de nuevo la Ley de Movilidad para que incluyan regulaciones y normas que controlen, pero también fomenten, este tipo de innovaciones. “Para la Ciudad de México ver cómo la Ley de Movilidad profundiza en apertura a este tipo de soluciones innovadoras”, agregó.
En conferencia de prensa, WRI México presentó su proyecto Propulcity, una plataforma para agrupar innovaciones tecnológicas y mejorar la movilidad.
El proyecto es apoyado por Fundación Shell y el Banco Interamericano de Desarrollo.
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De 60 aspirantes fueron seleccionadas cinco: Bussi, un sistema de vagonetas compartidas, Vetelia préstamo de bicicletas eléctricas, Bridgefy y Supercívicos que buscan canales de comunicación para que los usuarios mejoren su experiencia en transporte público, y Klustera, aplicación que concentra datos sobre patrones de movilidad y, con base en ellos, ofrecer mejoras.
DE ACUERDO CON LA LEY:
Artículo 34, del Fondo Público de Movilidad y Seguridad Vial. En su apartado IV dice que una de sus funciones es realizar estudios para la innovación, mejora tecnológica e informática del sector movilidad. Sin embargo, no detalla cómo hacerlo o quien puede participar creando proyectos por apps.
Artículo 52. Indica que la Semovi debe crear un banco de proyectos integrado por estudios de movilidad, pero no dice cómo integrar tecnología.
Fuente: Excélsior