La mayoría de las personas conocen “en teoría” el protocolo a seguir cuando hay un asalto o un robo de auto.
“No opongas resistencia, es más importante tu vida”. Sin embargo, ¿por qué al momento de vivirlo muchas víctimas reaccionan de forma contraria?
La policía de Australia ha indagado cómo y por qué las víctimas reaccionan como reaccionan.
Entre lo que establecen, destacan que, independientemente de si hubo lesiones físicas o no, las reacciones que se pueden experimentar son confusas y / o atemorizantes.
Tal como ellos describen, los robos son eventos anormales. Es por ello que las reacciones inusuales son muy normales y dependen de:
– la brusquedad o grado o advertencia.
– el comportamiento de los ladrones.
– la medida en que su seguridad personal se ve amenazada.
– el número de robos anteriores en los que estuvo involucrado.
– nivel de estrés antes del robo.
– estado de salud física y emocional.
En general, durante el desagradable evento la percepción se ve alterada (cámara lenta y enfoque parcial en lo que sucede).
Esto genera que muchas de las reacciones sean automáticas. E incluso, ¡las víctimas pueden no ser conscientes de lo que hacen!
Además de las reacciones de miedo e impotencia, también es común que surja el enojo por tener que entregar las pertenencias propias.
Para que este enojo prevalezca, por encima de la preocupación de que los ladrones hagan uso de la violencia, depende de los aspectos antes mencionados.
Tal como destaca la policía, este tipo de experiencias son nuevas para la víctima. No se puede saber a ciencia cierta cómo va a reaccionar y qué va a sentir, causando que actúen de forma que no habrían pensado que lo harían.
Un reporte de The Washington Post muestra una serie de evidencias e investigaciones de confirman que la posesión de armas de la ciudadanía genera un aumento en los homicidios a causa de armas de fuego.
Además, ¡rara vez las usan en defensa propia! Por ejemplo, un estudio de investigadores de Mount St. Mary’s University sugiere el por qué las personas no usan las pistolas en defensa propia incluso cuando las tienen.
¿El motivo? “Saber cuándo y cómo aplicar la fuerza letal en una situación potencialmente de vida o muerte es realmente difícil“.
Fuente: http://www.autosrpm.com