Mario Ávila
La voz de los estados
El gobierno de Javier Corral en Chihuahua se ha caracterizado, como otros, por perseguir actos de corrupción de su antecesor, lo cual está bien, sin embargo, la asignatura más importante sigue pendiente, la inseguridad.
En campaña lanzó declaraciones fuertes en contra de los líderes del crimen organizado en la región, mensaje que tuvo respuesta inmediata con una ola de violencia que impactó hasta en la comunidad menonita.
Posteriormente, la situación tendió a disminuir, pero sin alcanzar los niveles deseados.
Tan solo este fin de semana se contabilizaron 8 ejecuciones.
Ir en contra de la corrupción y los exgobernadores ha funcionado con fines electorales, pero no en resultados de gobierno. Insisto, esta situación encuentra su réplica en Veracruz, Nuevo León, Colima, Nayarit y qué decir de Quintana Roo.
Los ciudadanos no cejan en su demanda principal, la seguridad, pero de eso, nada hasta ahora.
Chihuahua es mucho más que sentar en el banquillo a exfuncionarios.