El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló que ha mejorado la percepción de seguridad ciudadana en el país, aunque dicho rubro sigue siendo el peor calificado en la medición del Progreso de las Sociedades.

Mediante módulos llamados “Bienestar Autorreportado”, el Inegi midió los índices de satisfacción de los habitantes de dos mil 336 viviendas distribuidas en cada estado de la República.

Ello incluyó la satisfacción con la vida en general, la fortaleza de ánimo y el balance anímico, este último refiere a cómo se sienten los encuestados respecto a su futuro y logros en la vida.

En una escala de 0 a 10, el promedio de satisfacción de vida en la población adulta urbana se ubicó en 8.3, una décima más que la registrada el año pasado.

Las relaciones personales cuentan con la evaluación más positiva, en tanto que la seguridad ciudadana apenas alcanza un 5.4, rubro que creció a comparación de 2017, cuando se situó en 4.9.

En general, el 1.6 por ciento de la población adulta urbana se dice insatisfecha con su vida; el 7.5 por ciento se dice poco satisfecha; el 48.5 por ciento reporta un alto grado de satisfacción con su vida, en tanto que el 42.4 por ciento presenta satisfacción moderada.

En la satisfacción con la vida, el 56.5 por ciento se dice optimista respecto a la situación económica futura del hogar, aunque disminuye a 24.6 por ciento si se trata de posibilidad de compra de bienes duraderos.

La fortaleza de ánimo y sentido de vida, mejor conocido como eudemonía, se presenta mayormente en “Lo que hago en mi vida vale la pena” mientras que “Cuando algo me hace sentir mal me cuesta volver a la normalidad” tuvo la evaluación más negativa.

En la evaluación anímica, fueron más los estados positivos que los negativos, presentando un alto porcentaje el estar aburrido o sin interés en lo que hacía.

Fuente: Staff