Las personas que tienen una rara mutación genética llamada fructosuria esencial carecen de la principal enzima para metabolizar la fructosa, azúcar natural que se encuentra en la miel, las frutas y las verduras. No se han hallado consecuencias negativas, a excepción de una aversión a los dulces, y parece tener un beneficio significativo: los que la padecen muestran un bajo riesgo a la obesidad, la diabetes tipo 2 o dolencias hepáticas graves.
“Cuando comencé a contactar a las personas que cuidaban a estos pacientes, literalmente no había nadie que fuera gordo o tuviera diabetes tipo 2”, dijo Richard Johnson, científico pionero en enfermedades metabólicas de la Universidad de Denver.
Los investigadores que buscan comprender las enfermedades relacionadas con el peso y las farmacéuticas que desarrollan nuevos medicamentos están ansiosos por estudiar la mutación.
El problema es que es casi imposible encontrar personas con esta ‘cualidad’; la probabilidad es de 1 en 130 mil. El último informe de caso en la literatura médica es de 1998, según Mark Herman, profesor asistente de investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
El consumo excesivo de fructuosa está relacionado con enfermedades hepáticas y la diabetes tipo 2.
La fructosuria esencial es tan poco frecuente que incluso Pfizer, la mayor farmacéutica de Estados Unidos, no ha podido rastrear a un solo caso. Eso no ha impedido que intente desarrollar un medicamento modelado con la mutación que podría revertir o prevenir la progresión de la esteatohepatitis no alcohólica, (EHNA, por sus siglas en inglés) y quizás un día trate afecciones más comunes. “Esperamos que a largo plazo tratemos la resistencia a la insulina y la obesidad”, dijo el vicepresidente senior de Pfizer, Morrie Birnbaum, quien dirige la división de investigación de medicina interna de la compañía de Nueva York.
El cuerpo humano no produce mucha fructosa por sí mismo. La obtiene de alimentos y bebidas azucaradas.
Su consumo excesivo está relacionado con enfermedades hepáticas y la diabetes tipo 2, y generalmente es responsable del hígado graso, que provoca el EHNA.
La idea de frenar el metabolismo de la fructosa para prevenir enfermedades comenzó en gran medida con Johnson, el científico de la Universidad de Denver. Descubrió que los ratones sin la enzima ganaban menos grasa y peso y tenían niveles más bajos de glucosa e insulina en la sangre que los que la tenían cuando recibían una dieta alta en fructosa.
Encontrar un medicamento para la obesidad ha sido desde hace mucho tiempo un objetivo para las farmacéuticas más grandes del mundo, a pesar de que la Asociación Médica Estadounidense no la consideró una enfermedad hasta 2013. Pero tratar los problemas del peso ha sido un rompecabezas que incluye la dieta, la genética, el comportamiento y los factores ambientales. Varias terapias se han llevado al mercado solo para sacarlas de los estantes más tarde debido a problemas de seguridad o malas ventas.
Después de analizar miles de compuestos, Pfizer lanzó su primer estudio preclínico en 2013, seguido por ensayos en humanos tres años después. Un estudio con 53 pacientes concluyó recientemente.
Pfizer lanzó su primer estudio preclínico en 2013, un estudio con 43 pacientes concluyó recientemente.
Si el tratamiento funciona, se tomaría diariamente para prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Los efectos de NASH incluyen inflamación, cicatrización y cambios metabólicos; se estima que hasta el 12 por ciento de los estadounidenses lo padecen.
No todas las personas con hígado graso terminan teniendo NASH, pero Birnbaum comparó la idea de reducir el hígado graso para ayudar a prevenir la EHNA con el colesterol y las enfermedades cardiacas.
Mientras tanto, Johnson, de 64 años, está desarrollando sus propias drogas. Pero es realista sobre vencer a un gigante como Pfizer con tan solo un laboratorio de investigación de 10 personas.
Sin embargo, el científico dijo que quiere que Pfizer tenga éxito, ya que validaría gran parte de su investigación. “Lo que estamos viendo es un medicamento que previene el desarrollo de la obesidad, previene la diabetes. Mi creencia es que esto tendrá un gran impacto clínico”.
El presidente de Tesla admitió que sufre demasiada tensión por sus funciones en Tesla e incluso toma medicamentos para dormir que le provocan sonambulismo.
Elon Musk dijo que nadie vio ni revisó su tuit sobre el plan de privatizar a Tesla antes de que él lo publicara, informó el New York Times, que citó una entrevista en la que el multimillonario se puso a llorar varias veces y describió la tensión personal de dirigir al fabricante de automóviles eléctricos.
Musk, máximo responsable y presidente de Tesla, escribió el tuit mientras conducía al aeropuerto el 7 de agosto, informó el periódico, citando al propio empresario.
Allí decía: «Estoy considerando convertir a Tesla en una empresa privada a 420 dólares la acción. El financiamiento está asegurado».
Elon Musk posee una fortuna de 24 mil 200 millones de dólares, según datos de Bloomberg.
En una entrevista de una hora con el periódico, Musk también detalló su uso frecuente de Ambien, un medicamento para dormir que ha mencionado antes, entre cuyos efectos secundarios conocidos está el sonambulismo. «A menudo debo elegir entre no dormir o Ambien», le dijo al periódico.
En lugar de permitirle conciliar el sueño, a veces el fármaco ha llevado a Musk a pasar sus noches en Twitter, lo cual preocupa a algunos miembros de la junta, según el periódico, que citó a una persona al tanto de lo que piensan los directores de la empresa.
El tuit sobre la privatización ha desencadenado una tormenta e hizo que la acción se disparase, pero también provocó un escrutinio creciente, incluida una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
Casi una semana después, el máximo ejecutivo dijo que la base de esa declaración fueron conversaciones con el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, que manifestó su interés en ayudar a privatizar la compañía por primera vez a principios de 2017.
El directorio de Tesla ha aclarado que no recibió una propuesta formal de Musk, ni ha decidido si privatizar la empresa sería aconsejable o factible. Esta semana, Musk habría recibido una citación para brindar más información, según una persona al tanto del tema.
Una posibilidad de financiamiento que se considera para la posible privatización es que SpaceX, la compañía de cohetes de Musk, ayude a financiar la operación y tome una participación en Tesla, según el New York Times que citó a personas al tanto del asunto.
También se están realizando esfuerzos para contratar a un ejecutivo a fin de que le quite algo de presión a Musk, sostuvo el periódico, que citó a personas al tanto de la búsqueda.
Hace un par de años Tesla contactó a la ejecutiva de Facebook, Sheryl Sandberg, para hacerlo, le dijo Musk al diario, pero agregó que actualmente no se está realizando ninguna búsqueda activa «según mi leal saber y entender».
«Si tienen a alguien que pueda hacer un mejor trabajo, házmelo saber», le dijo Musk al Times. «Esa persona puede tener el puesto».
Fuente: Nación 321