Economía

INEGI mejorará el cálculo de inflación muy pronto: Gabriel Casillas

Publicado por
José Cárdenas

Gabriel Casillas

 

El próximo 23 de agosto el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) publicará el INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) de la primera quincena de agosto. No obstante lo anterior, en esta ocasión lo hará con una nueva metodología de estimación, actualizándola con las mejores prácticas a nivel global. ¿Esto significa que ya ‘por fin’ estará bien medida la inflación? Hago esta pregunta retórica porque más de una vez me he topado con alguna persona que me dice que: “La inflación está mal medida, porque…”, por ejemplo, “…cada mes que voy a cierto restaurante a comer me sale entre 3 y 5 por ciento más caro y que el coche que se compró el año pasado ya cuesta el doble…”. Puedo comprender suapreciación al respecto. La verdad es que la inflación que se puede calcular a partir del INPC que publica el INEGI, es para el ‘mexicano promedio’ y en muchas ocasiones es difícil ser ese ‘mexicano promedio’,tanto en la forma en cómo se asigna el ingreso al consumo de diferentes productos y servicios, como en el tipo de bienes y servicios que se demandan. Recordemos que el INPC es un índice que se calcula a partir de una muestra (muy grande por cierto) de precios de diferentes bienes y servicios y que a cada uno de éstos (o en algunos casos a un conjunto de éstos) le corresponde un ponderador. Este ponderador se obtiene a partir de lo que el ‘mexicano promedio’ asigna de su ingreso al consumo de dicho bien, servicio o conjunto de éstos y se obtiene de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).

 

En este sentido, por ejemplo, bajo la metodología actual -y con algunas simplificaciones-, un ‘mexicano promedio’ asigna el 1.56 por ciento de su ingreso al consumo de cerveza. Entonces, si el precio de la cerveza que consume aumenta cinco por ciento -manteniendo los precios de todos los demás bienes y servicios sin cambio-, la inflación de este ‘mexicano promedio’ aumentaría 0.07 por ciento (o 7 puntos base). Pero regresando al punto inicial, para llevar a cabo un buen cálculo de la inflación que enfrenta cada persona, es necesario (al menos) ponderar adecuadamente cada bien o servicio, de acuerdo al porcentaje del ingreso que gasta en dichos bienes o servicios. Así, en este sentido, si usted siente que enfrenta una inflación distinta a la que se calcula con el INPC del INEGI, entonces es probable que usted no sea un ‘mexicano promedio’ y que por lo tanto, la nueva metodología del INEGI continúe publicando un INPC cuya dinámica no se asemeje a la inflación que usted enfrenta.

 

Entonces, el INEGI, apegándose a las mejores prácticas a nivel global, modificará la metodología de estimación del INPC. En mi opinión, los principales cambios serán: (1) Tendrá una mejor cobertura geográfica. Ahora tomará una muestra de precios de 55 ciudades, nueve ciudades más que en la metodología actual, que toma 46 ciudades. El nuevo INPC ahora incorporará información de Cancún, Pachuca, Saltillo, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas, entre otras. Cabe señalar que, por ejemplo, en el INPC de 1978 se incorporaba información de solo 16 ciudades. Después el número de ciudades se incrementó a 35 en 1980 y desde 1994 se había estado utilizando información de 46 ciudades; (2) aumentará el número de bienes y servicios considerados (llamados ‘genéricos’) de 283 a 299; (3) se utilizarán otras fuentes de información, además de la ENIGH para determinar los ponderadores de cada bien, servicio o conjunto de éstos; (4) un tema técnico: El año base será la segunda quincena de julio de 2018, en lugar de la segunda quincena de diciembre de 2010; y (5) un tema todavía más técnico: Aunque el INEGI no ha publicado la lista de ponderadores oficial, es muy factible que el ponderador del índice ‘subyacente’ -el que excluye los componentes más volátiles, como los precios de las frutas y verduras, así como de las carnes y el huevo, entre otros-, disminuirá alrededor de 230 puntos base. Por ello, el ponderador del índice ‘no subyacente’ aumentará en esa misma proporción. Así, bajo la nueva metodología, la inflación general -que incluye ambos componentes, subyacente y no subyacente-, será más volátil que la inflación con la metodología actual. Por un lado, no tengo duda de que con este cambio la inflación de nuestro país estará mejor medida. Sin embargo, me preocupa que sea más volátil, sobre todo desde el punto de vista de la conducción de política monetaria del Banco de México, en la que por este tema tuviera que ser más activo subiendo o bajando la tasa de referencia ante una inflación más volátil. Ahora, como siempre, la pregunta relevante es cuánto más volátil será. Así, haciendo un ejercicio con la inflación anual desde diciembre de 2011 a la fecha, la diferencia promedio entre la metodología actual y mi aproximación de la nueva metodología fue de 7.8 puntos base, con una desviación estándar de 5.8 puntos base. Es más, la diferencia máxima entre ambas metodologías fue de 21 puntos base, durante el periodo en cuestión. La verdad, considero que estas diferencias no son significativas como para modificar el comportamiento de las decisiones de la Junta de Gobierno del Banco de México, ante la nueva metodología del INPC.

 

* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

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José Cárdenas