A más de cuatro meses del inicio de las protestas contra el presidente Daniel Ortega, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó 322 fallecimientos por la represión del gobierno, entre ellos 23 niños y jóvenes.
Aunque el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), de la CIDH, reportó una disminución de acciones violentas y del uso de la fuerza letal, señaló que aún persisten la estigmatización y criminalización de las protestas; por lo cual los detenidos se enfrentan a falta de acceso a una debida defensa.
En un reporte difundido este viernes, el Meseni indicó que entre las víctimas fatales durante los pasados cinco meses también hay 21 policías.
Esa cifra contrasta con el último reporte ofrecido a la CIDH por el gobierno nicaragüense, que coloca un saldo de 450 muertos entre el 19 de abril y el 25 de julio, de los cuales sólo 197 están relacionados con los protestas que iniciaron el 18 de abril, a quienes califica como “víctimas del terrorismo golpista”.
En su desglose, el gobierno de Daniel Ortega añade que también ocurrieron 253 “muertes homicidas”, derivadas de la actividad delictiva común.
Asimismo, indicó que otras fueron “manipuladas por los golpistas y organismos afines para desprestigiar y difamar”, al Estado, aunque no presentó un listado sobre estas supuestas víctimas falseadas.
Frente a estas inconsistencias, la CIDH reiteró igualmente la necesidad de que el gobierno garantice el acceso a la información detallada sobre todos los muertos por la represión, a fin de cotejar las cifras y verificarlas.
El Meseni dijo que, con base en información que ha recibido, se determinó que cientos de personas se encuentran detenidas e insistió en la necesidad de que las autoridades del gobierno proporcionen las cifras oficiales y la información detallada sobre el tema.
La organización también reiteró su llamado al gobierno a avanzar investigaciones serias y eficaces sobre todos los hechos violentos y todas las muertes ocurridas en el contexto de la violencia que vive el país desde abril.
Fuente: La Razón