Andrés Manuel López Obrador propuso este jueves crear el organismo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) para garantizar el acceso a la canasta básica; sin embargo, esta idea ya se llevó a cabo antes.
El próximo presidente del país dijo que la Segalmex fusionará a Liconsa y Diconsa con el fin de que se construya un organismo que garantice la autosuficiencia alimentaria en los próximos años; Ignacio Ovalle Fernández, quien anteriormente se desempeñó como director general de la Conasupo, estará a cargo del proyecto.
«Esta será la instancia que se va a encargar de fortalecer la canasta básica, con 36 productos que estarán disponibles a través de esta cadena de productos a precios bajos atendiendo a la gente más pobre», dijo al respecto Víctor Villalobos, próximo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
Y si bien suena como una idea innovadora, el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana tiene su antecedente en el Sistema Alimentario Mexicano (SAM), un programa de fomento agrícola que funcionó de 1979 a 1982 y cuya meta era también el autoabastecimiento de alimentos básicos en el país.
¿Qué pasó con ese programa?
ANTECEDENTE
El SAM nació como respuesta a la crisis productiva de México a mitad de los años 70, por lo que este programa pretendía atender las necesidades de consumo popular, de acuerdo con el ensayo «El Sistema Alimentario Mexicano (SAM): una perspectiva política», del investigador Javier Arteaga Pérez.
En 1973 se había perdido la autosuficiencia en maíz en México y había un déficit en la producción de otros productos clave para los mexicanos, como el trigo y el frijol, agrega Rose J. Spalding, profesora de ciencias políticas de la Universidad DePaul, en su ensayo: «El Sistema Alimentario Mexicano (SAM) ascenso y decadencia».
Es por eso que el SAM pretendía integrar la producción, distribución y el consumo de alimentos y poner al alcance de los millones de mexicanos (cuya alimentación era deficiente) una canasta básica recomendada.
«El esfuerzo se realizará en el área agropecuaria, en la pesca, en la industria de alimentos y en la tecnología alimenticia, así como en la comercialización y en la educación al consumidor», refiere el decreto del Diario Oficial de la Federación (DOF) que creaba el Sistema Alimentario Mexicano.
Con el SAM el gobierno se comprometía a resucitar el sector de alimentos básicos y a reducir intencionalmente la dependencia de las importaciones. Esto implicaba la reorientación total de las prioridades agrícolas. Esta política generó importantes debates.
EL PROBLEMA
El SAM llegó a su fin el 30 de noviembre de 1982, tres años después de su formación. ¿Qué pasó? De acuerdo con Javier Arteaga Pérez, la crisis económica que vivió México desde fines de ese año fue una de las principales razones.
Otra hipótesis manejada por el experto es sobre la desaparición del Sistema Alimentario Mexicano fue la ausencia de poder de convocatoria para definir tanto los problemas como los objetivos del programa.
«Al no haberse movilizado las bases alrededor de las organizaciones señaladas, el SAM se quedó sin defensores al final del sexenio de López Portillo», detalla Arteaga Pérez.
Para Rose J. Spalding, profesora de ciencias políticas de la Universidad DePaul, el sistema empezó a desgastarse en un año y medio de operación real, porque muchos de sus programas perdieron su dinamismo.
¿Y LOS RESULTADOS?
Sin embargo, Rose J. Spalding refiere que hubo una mejora significativa en el empleo rural durante el periodo en el que fue implementado el Sistema Alimentario Mexicano, ya que disminuyó el nivel de la migración rural.
Además, afirma la investigadora, comenzó a bajar el número de movilizaciones de emergencia alentadas por las organizaciones campesinas, lo que contribuyó a disminuir la desigualdad en la distribución del ingreso en el campo.
La experta agrega en su ensayo que el SAM «creó trabajo, ingresos y un mejor acceso a los alimentos, a la vez que permitió canalizar las escasas divisas extranjeras hacia otros proyectos de desarrollo. Esto sugiere nuevamente que el programa tuvo ventajas importantes, aunque falló en alcanzar sus objetivos clave».
Solo el tiempo dirá si la Segalmex que propone AMLO podrá tener mejores resultados y más tiempo de vida que su antecesor.