«Escuché un ruido, un ruido sordo. Vi caer frente a mí las columnas de la autopista. Un auto que me precedía desapareció en la oscuridad», dijo un sobreviviente del derrumbe del puente de Génova que estaba en su auto cuando cayó 45 metros.

De acuerdo con el testimonio de Davide Capello a The Associated Press, como bombero, comprendió que la estructura se colapsaba, por lo que llamó a sus colegas en el centro de rescates de Savona y le enviaron ayuda.

El Volkswagen Tiguan de Capello cayó de frente, se estrelló y se abrieron las bolsas de aire del auto. Dijo que todo se volvió gris cuando el polvo cubrió las ventanillas.

El hombre de 33 años relató que llamó a su padre, un bombero retirado, quien le pidió que saliera del auto por temor a que perdiera estabilidad o le cayera algo pesado.

Él salió por la puerta trasera que había volado con la caída, pues las ventanillas y puertas del auto estaban trabadas.

«Afuera reinaba un silencio irreal», dijo.

A su alrededor vio otros autos destrozados y montañas de concreto y asfalto, pero ninguna señal de vida. Ninguna voz que pidiera socorro. Entonces llegaron los rescatistas y lo ayudaron a bajar de la montaña de escombros.

Las autoridades confirmaron la muerte de 38 personas hasta este momento, 15 heridos y entre 10 y 20 personas desaparecidas, por lo que se prevé que las cifras aumenten.

La televisión italiana mostró imágenes del puente Morandi derrumbado, que fue construido en la autopista A10 en la década de 1960. En 2016 se llevaron a cabo trabajos de reestructuración en el puente, de acuerdo con Reuters.

El puente Morandi tiene mil 182 metros de longitud y una altura de 90 metros. Une la autopista A10, que llega desde la frontera de Francia, con la A7 hacia Milán (norte). El tramo que se vino abajo era de dos carriles de unos 50 metros de longitud, de acuerdo con EFE.

Fuente: Huffpost