De continuar su construcción, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) iniciaría operaciones hasta 2022, y no en octubre de 2020, como había asegurado el Gobierno federal.
Así se lo confirmaron los gerentes del proyecto al equipo técnico de Andrés Manuel López Obrador que realizó un dictamen sobre la viabilidad del NAIM.
En el documento entregado ayer al Presidente electo, el grupo técnico señala que representantes de la empresa Parsons, a la que se le adjudicó la Gerencia del Proyecto, confirmaron que la construcción del edificio terminal es la que causa el retraso del inicio de operaciones del nuevo aeropuerto.
«En reunión en la que estuvieron presentes, por parte del Gobierno, los representantes de la empresa Parsons, que fue contratada para llevar la Gerencia del Proyecto, expresaron que la nueva fecha para considerar la apertura de operaciones sería, no octubre de 2020, como se ha manifestado oficialmente, sino el segundo semestre de 2022, siendo la construcción del edificio terminal el elemento de mayor riesgo de contingencia en el trayecto», indica el documento.
En 2015, el actual Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, había afirmado que en octubre de 2020 iniciaría operaciones la primera fase del NAIM, que contempla la construcción del edificio terminal y tres pistas de aterrizaje.
En 2017, el GACM descartó que existieran retrasos en la obra y ratificó esa fecha para la apertura del aeropuerto.
Los técnicos de López Obrador estimaron, incluso, que la primera fase del NAIM iniciaría operaciones a finales de 2023.
Por ello, advirtieron por la saturación que padecerá el actual aeropuerto de la Ciudad de México, dado que el NAIM tardaría en abrir al menos 5 años.
«Nuestra opinión es que en el mejor de los casos el aeropuerto podría operar a finales de 2023 y que a los riesgos de la construcción del edificio terminal, debemos agregar los de la integración de los sistemas, así como el periodo de pruebas de toda la operación, que el GACM hoy plantean como de seis meses, pero que en la práctica, en casos como este, no es menor de un año.
«Ante esta situación, e independientemente de la decisión final, se deben considerar acciones para contender con la saturación incremental del aeropuerto ‘Benito Juárez’ para los próximos 5 o 6 años», señala el dictamen.
Fuente: Reforma