La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que el Congreso de la Ciudad de México sí puede permitir el uso médico de la mariguana en la capital del país, ya que no invade competencias del Congreso de la Unión. Con ocho votos a favor fue aprobado el proyecto propuesto por el ministro Javier Laynez Potisek.
Los ministros determinaron que el Congreso de la Ciudad tiene las facultades para permitir el uso medicinal y terapéutico, a pesar de que el Congreso de la Ciudad de La Ciudad de México, argumento que se legisla conforme la ley federal.
”Considero que estos preceptos no regulan ni establecen un derecho humano, esto es no tienen ningún contenido normativo, sino que para mí únicamente contienen únicamente regulación a la Constitución y Legislación aplicable a la Constitución federal, que en el caso es la Ley General de Salud, lo cual no afecta el contenido esencial de un derecho, ni invade las competencias de la federación”, expuso el Ministro Luis María Aguilar.
Agregó: “los gestionados preceptos, 9 y 6 y 5, deben de leerse en forma conjunta y como un sistema, de tal forma que el Constituyente local sólo informa a los habitantes de este ciudad, que el Congreso de la Unión, es quien puede reconocer y sentar las bases y requisitos operativos para el uso médico y terapéutico para el uso médico de la cannabis y sus derivados”.
La PGR alegó que el Artículo 6, apartado A, numeral 2 de la misma Constitución, viola los artículos 4, párrafo cuarto, y 73, fracción XVI, de la Constitución federal que regulan, el primero, el derecho a la salud y, el segundo, la facultad del Congreso de la Unión para legislar en todo el país en materia de salubridad general.
Durante la sesión que se lleva a cabo en la SCJN, relacionado con temas de la Constitución de la Ciudad de México, también se ha aprobado el derecho a una muerte digna, justicia cívica, derechos de migrantes,derecho al agua y patrimonio de la ciudad.
La sesión inició poco antes de las 11:40 horas, y en estos momentos los ministros determinaron un receso de cinco minutos.
Fuente: Excélsior