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Cláusula 251: la caja chica del sindicato de Pemex

Publicado por
Aletia Molina

Quizá ningún sindicato en el mundo laboral posee una cláusula para obtener este tipo de viáticos. Mucho menos para que los recursos terminen derrochándose en gastos superfluos. Pero, en México, el  Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) cuenta con la “Cláusula 251”. Mes con mes, un grupo selecto del sindicato petrolero echa mano de una bolsa millonaria que forma parte de su contrato colectivo que establece que se le debe pagar generosos salarios y prestaciones.

La mencionada cláusula refiere que “El patrón pagará los salarios y prestaciones, viáticos, ayuda para transporte y gastos conexos foráneos a 73 funcionarios del Comité Ejecutivo General que incluye asesores sindicales y Consejo de Vigilancia, 90 integrantes de las comisiones nacionales mixtas, 158 comisionados nacionales y 12 comisionados adscritos directamente a las órdenes del secretario general”.

Así, vía la Cláusula 251, el sindicato recibe de Petróleos Mexicanos (Pemex), mensualmente, 7 millones 865,000 pesos. Este dinero se destina, en parte, a gasto corriente, recibos de luz y agua, cuantiosos pagos a asesores, pero también para pagar cremas antiarrugas, arreglos florales, botellas de alcohol y pastillas para adelgazar, entre varios productos.

En principio, el dinero destinado a la Cláusula 251 se transfiere a dos cuentas de Banorte del sindicato. A junio del año en curso, dos estados de cuenta sumaban 1,150 millones de pesos: una, bajo el contrato número 745521 con 1,060 millones 598,268 pesos; y otra, bajo el contrato número 745520, con 89 millones 883,000 pesos.

En la víspera de que el STPRM celebre el 83 aniversario de su fundación —con Carlos Romero Deschamps al frente en los últimos 22 años—, Pemex arrastra una deuda récord de 1,949.9 mil millones de pesos, según sus propios estados financieros. Sin embargo, se observa que parte de su sindicato se maneja de forma boyante, dispuesto a derrochar recursos que a la empresa le son estratégicos.

La peculiar cláusula del STPRM llama la atención en el marco del plan de austeridad anunciado por Andrés Manuel López Obrador. El futuro presidente de México ha defendido la pertinencia de reducir salarios, recortar el uso de asesores y limitar los viáticos a lo mínimo indispensable en la administración pública. El derroche de los recursos del sindicato de Pemex no se ha mencionado aún. Los 7 millones 865,000 pesos que asigna vía la Cláusula 251 estipula “viáticos y gastos conexos foráneos”, pero facturas de las que Newsweek en Español tiene copia evidencian que el Comité Ejecutivo del STPRM usa ese dinero en diversos gastos suntuosos.

“ALGO NO ESTÁ BIEN”

Antonio Rodríguez Fritz, secretario para las Américas de la Federación Internacional de los Trabajadores de Transportes (ITF, por sus siglas en inglés) explica que “la Cláusula 251 del Contrato Colectivo del Sindicato de Pemex es solo una muestra de que algo no está bien”.

El representante de la organización mundial, con sede en Londres y que aglutina a sindicatos de 147 países, refiere que “el hecho de que una empresa, muy probablemente la única en el mundo, acepte cubrir salarios y costos ‘no cuantificados’ para 333 ‘representantes sindicales’, muestra el desprecio que los funcionarios hacen de los recursos del pueblo mexicano. Esta cláusula desmedida tiene un alto costo anual de millones de pesos cuyos recursos deberían de ser utilizados para mejorar las condiciones de los trabajadores de la industria, porque muchos laboran sin los recursos e insumos necesarios”.

Facturas de las que Newsweek en Español tiene copia evidencian que el Comité Ejecutivo del STPRM usa ese dinero para montar jornadas laborales en su sede sindical. En repetidas ocasiones se buscó una entrevista en la secretaría general del sindicato sobre este tema, pero no hubo respuesta.

Para solventar sus gastos en asesorías administrativas y legales, el sindicato petrolero registra en su reporte de ingresos y gastos a cuenta de la Cláusula 251 pagos en “gestorías administrativas” de 800,000 hasta 1,002 millones de pesos mensuales; asesorías legales por más de 500,000 pesos mensuales; gastos de “mantenimiento” por casi 600,000, e “investigaciones legales” por 140,000 pesos. De hecho, el 15 de diciembre de 2016 se le envió un pago a un abogado en Estados Unidos por 939,056.82 pesos (45,395 dólares).

Pero también se han facturado gastos por whiskies Johny Walker Blue Tiffanny, Chivas Regal 18 años, Buchanans 18 años y Buchanans 12 años. Y botellas de vodka Grey Goose, Beluga Noble Gold y Absolut.

“El sindicato de Pemex ha sido constantemente cuestionado por sus propios agremiados por la falta de transparencia del uso de los recursos, la ausencia de democracia y un sometimiento a la empresa a cambio de prebendas”, subraya Rodríguez Fritz, quien funge también como coordinador de las federaciones internacionales sindicales en el continente americano.

María de Lourdes Díaz Cruz, trabajadora del sector petrolero desde 1980 y fundadora de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), define la Cláusula 251 como “un ejemplo del grado de corrupción […] la mayoría de los beneficiarios son sus familiares, compadres y amigos (de Romero Deschamps)”. Es decir, “quienes atienden las necesidades del líder, pero nunca de los trabajadores”.

Desde la revisión contractual 2017-2019, a partir del 1 de agosto de 2017, se han entregado 7 millones 865,200 pesos mensualmente para gastos en sus instalaciones, pero se “usan de manera discrecional, lo que es otra muestra de la malversación que se hace del dinero del erario”.

La fundadora de UNTyPP explica que el dinero de la Cláusula 251 es adicional a los 15 millones de pesos que, dice, mensualmente recibe el STPRM por concepto de cuotas sindicales.

ZARAGOZA 15, LUJO EXTREMO

Un inmueble de cinco pisos con paredes color beige y ventanas con vidrios de espejo en el número 15 de la calle Zaragoza, en la colonia Guerrero, es la sede del STPRM. Desde ahí la cúpula directiva gasta en promedio unos 262,166 pesos diarios, 182 pesos por minuto. El monto mensual equivale al salario mínimo de 89,010 trabajadores, o los 89,010 días (243 años) que tendría que trabajar un obrero ahorrando cada peso para reunir el dinero con el que la cúpula del STPRM paga artículos y servicios suntuosos.

Equivale también a lo que reciben 10,971 familias beneficiarias de la Tarjeta de Apoyo Alimentario Sin Hambre —a las cuales la Sedesol asigna 638 pesos mensuales para adquirir 13 productos básicos en tiendas Diconsa—. O a 8,278 becas de las que se da a los estudiantes con alto rendimiento académico (que promedian los 950 pesos mensuales).

En el edificio sede del STPRM se pagan entre 2,800 y 3,000 pesos para que en las zonas donde oficialmente despacha el comité directivo y sus asesores haya música ambiental. Además, para que sus pantallas tengan televisión por cable se pagan tres servicios distintos por casi 2,000 pesos mensuales. De telefonía se erogan 99,000 pesos mensuales; la luz se factura entre 48,000 y 50,000 pesos bimestrales, en promedio; por agua 40,000; por el servicio de limpieza 25,000; por la limpieza de los vidrios exteriores, un promedio de 10,000 pesos mensuales. El predial se eleva a más de 4 millones 129,000 pesos anuales por dos inmuebles del sindicato petrolero ubicados en las calles de Zaragoza 15 y Vicente Guerrero número 10. Y como en las oficinas hay macetones con plantas naturales de helechos y cunas de Moisés, para su particular cuidado, a cargo de un vivero particular, se erogan 11,000 pesos mensuales.

En gastos de papelería se incluye insumos para teléfonos de los dirigentes sindicales —hasta fundas para iPhone—, por lo que se erogan 150,000 pesos mensuales, En equipo de cómputo, el gasto es de más de 100,000 pesos en promedio al mes.

Más aún, Pemex, a través de la Cláusula 251, le está comprando al STPRM papel higiénico y toallas de papel para las manos por poco más de 28,000 pesos mensuales.

El inmueble sede del STPRM tiene un gimnasio para uso de sus directivos y su acondicionamiento se carga a los gastos que paga Pemex a través de la Cláusula 251.

En 2016 se remodeló la oficina de su líder, Carlos Romero Deschamps. Los trabajos de decoración se facturaron en 507,000 pesos, este monto equivaldría, por ejemplo, al apoyo destinado a la construcción de cuatro viviendas que el gobierno federal autorizó, vía Bansefi, para los damnificados del sismo del 19 de septiembre que tuvieron pérdida total —con un valor de 120,000 pesos cada una.

Por esta remodelación en la oficina del piso 5 de la sede sindical se colocó un piso de madera que se facturó en 172,956 pesos. Se compraron persianas en más de 100,000 pesos; archiveros de entre 17,400 y 50,000 pesos, además de libreros de 21,400 pesos.

Se compró, además, una cafetera en el Palacio de Hierro con un valor de 30,000 pesos, y en esta misma tienda se han adquirido jabones Jo Malone —una exclusiva marca londinense— por la que se pagan 711.20 pesos por cada pieza.

CUIDADO ESTÉTICO

De la caja chica del sindicato de Pemex, la cúpula sindical ha facturado también cremas de noche, cremas de día, tratamientos cosmetológicos, estuches para manicura, multivitamínicos, tratamientos rejuvenecedores. “Leche solar” marca Avene, una variedad de cremas La Roche, Vichy, Eucerin, Elomet (para aclarar las manchas en la piel). Cremas antienvejecimiento, tratamientos para el acné, cremas para el pie de atleta, lubricantes oculares, regenerantes como Flexagil, antimicóticos, enjuagues antisépticos.

También pomadas para hemorroides, suplementos de guayabo, champús para psoriasis, laxantes, y Conagrad, que se toma para perder peso; multivitamínicos como Biometrix, hidrocoloides, pastillas de calcio, hierbas y extractos para la digestión.

También destaca el pago del estacionamiento de Ricardo Aldana, quien preside el Consejo General de Vigilancia del STPRM, en el Sport City de Polanco.

MEDICINAS Y GASOLINA

Aunque los empleados de Pemex tanto de confianza como sindicalizados cuentan con servicio médico y acceso a especialistas del hospital de Pemex, los funcionarios de mayor nivel, entre ellos la dirigencia sindical, tienen también seguros privados, por lo que erogan gastos en medicamentos y fármacos de patente. La famosa Cláusula 251 también paga los siguientes medicamentos. Para la próstata, Combodart y Secotex. Puribel para regular el ácido úrico. También se factura Debridat y Dexivat para el intestino irritable; Pantozol, que es un antirreflujo, además de otros fármacos para la acidez estomacal y antidiarreicos, probióticos, laxantes, tratamientos para la diabetes, para hipertensión, comprimidos gastrointenstinales, para cólicos biliares, y fármacos para perder peso. Forxiga para diabetes, y Atarax, que es un ansiolítico; Canesartan para la presión; Relvare que es un medicamento para el tracto respiratorio.

Destacan además las facturas por gasolina, no obstante que, como empleados de Pemex, cada uno de estos funcionarios sindicales recibe directamente, como prestación, apoyo para gasolina y lubricantes, igual que el gas doméstico, tal y como se establece en la cláusula número 182 del contrato colectivo de trabajo.

DULCES Y WHISKIES

A cuenta de la caja chica la cúpula sindical bebe café Nespresso, agua Perrier, agua “orgánica” para una “hidratación inteligente”, también tienen a su disposición refrescos, bebidas energizantes y tés.

Asimismo se han facturado gastos por whiskies Johny Walker Blue Tiffanny, Chivas Regal 18 años, Buchanans 18 años y Buchanans 12 años. Y botellas de vodka Grey Goose, Beluga Noble Gold y Absolut; vinos tintos Lota Cousiño Macul y Marques de Haro; tequilas Don Julio reposado y Herradura Gran Imperio reposado. La despensa se abastece de chocolates Mars, Kisses, Snickers, Crunch, pasitas, gelatinas, dulces La Posse, galletitas danesas compradas en Sears y pan en Maison Kayser. También se compran chicles, botanas, y paquetes de cigarros Marlboro rojos y blancos.

RESTAURANTES Y CANTINAS

El dinero de la cláusula que Pemex como “patrón” da al Comité Ejecutivo General del STPRM y sus asesores se supone que es para “viáticos y gastos conexos foráneos”. No obstante, la mayoría no son foráneos, sino de restaurantes ubicados en Polanco, las Lomas de Chapultepec, Reforma, San Ángel, Santa Fe, la colonia Del Valle —y también de otros ubicados en Cancún, Hacienda de Cocoyoc y Hacienda Teya en Kanasin, Yucatán—. Entre ellos, El Cardenal, Puerto Madero, Fishers, Cambalache.

El monto del consumo parece no importar. Una muestra es una comida en el restaurante Torre de Castilla, el 31 de enero de este 2018, donde el comensal consumió langostinos y otros alimentos por 2,765 pesos, o bien, La Habichuela Sunset de Cancún, donde un consumo se facturó en más de 7,000 pesos. También la del Centro Castellano, por más de 10,000 pesos. Se facturan hoteles y restaurantes en zonas que no tienen ninguna relación con las zonas petroleras o instalaciones de Pemex; por ejemplo, se facturó el hospedaje y alimentos por 12,000 pesos en el Hotel Hacienda de Cocoyoc.

MAGNOS Y POPULARES FESTEJOS

De la Cláusula 251 el año pasado se sacaron 2 millones 500,000 pesos que se facturaron como festejos del aniversario del STPRM e incluyeron compra de espuma para fiesta, luces, adornos. Se pagaron también 800,000 pesos en tres anuncios.

Veinte millones de pesos se registraron contablemente como “remodelaciones” al deportivo y centro social Carlos Romero Deschamps en Cadereyta, Nuevo León, una instalación que se alquila para eventos privados pero que se administra con dinero público de Pemex.

Del erario que se transfiere en la Cláusula 251 se le compra al STPRM hasta la parafernalia que usan en eventos públicos, por ejemplo: las playeras, cachuchas y mantas que 1,200 trabajadores usaron el 18 de marzo de 2016 para vitorear a su líder y al presidente Enrique Peña Nieto, objetos que se facturaron en 286,000 pesos.

En sus mantas se leía: “Hoy en respaldo del presidente Enrique Peña Nieto, como hace 78 años en respaldo del presidente Lázaro Cárdenas del Río, trabajadores aportaremos nuestro esfuerzo para consolidar a la industria petrolera del país. Fraternalmente unidos venceremos. Senador Carlos A. Romero Deschamps”.

También se han comprado plumas Neru Uno Swarovski Línea Red Gold de 10,000 pesos, ramos de orquídeas y tulipanes de 7,500 pesos y ramos de rosas por 3,500 pesos.

Fuente: /newsweekespanol.com

 

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