El Gobernador Arturo Núñez Jiménez puso en marcha en Tabasco la campaña Juguemos Sin Violencia 2018, implementada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) por conducto de la Trigésima Zona Militar, a fin de afianzar desde la niñez una cultura de paz y reducir el riesgo de futuras conductas delictivas.
Como parte de este ejercicio en el que participan autoridades del gobierno estatal, los Ayuntamientos, iniciativa privada y organizaciones de la sociedad civil, los niños -acompañados de una persona adulta- podrán cambiar juguetes que sean réplicas de armas de fuego por artefactos didácticos y/o tradicionales.
Acompañado del comandante de la Trigésima Zona Militar, Jorge Andrade Ramírez, el jefe del Ejecutivo atestiguó el primer canje de la estrategia, la cual contempla la instalación de módulos de la SEDENA en los 17 municipios del estado, mismos que permanecerán abiertos hasta el próximo 30 de septiembre
Julián Otero Radilla, comandante del 37 Batallón de Infantería, explicó que la campaña tiene el objetivo de afianzar la difusión y fortalecimiento de una cultura de paz entre los niños, e invitó a hacer conciencia de la necesidad de reducir el uso de juguetes bélicos que promueven la violencia.
Con esto buscamos prevenir desde una temprana edad conductas erróneas y propiciar la recreación y el esparcimiento a través de actividades pacíficas, argumentó, y señaló que las acciones también están orientadas a reducir factores de riesgo y detener la pérdida de valores.
Otero Radilla indicó que mediante el uso de juguetes didácticos se promoverá el sano esparcimiento, además que se inculcarán valores como civilidad y mejores comportamientos entre niños y niñas.
En el evento efectuado en la Plaza de Armas, el elemento castrense resaltó la importancia de lograr cambios de actitudes en las personas, de modo que esto contribuya a revertir el fenómeno de violencia que vive nuestro país y a frenar la decadencia del sistema de valores.
Al fomentar el canje de juguetes bélicos, acentuó, aspiramos a prevenir en el futuro hechos lamentables en el seno familiar, que luego se suscitan por la falta de conocimiento con respecto al impacto que tienen las armas reales.
“El no conocer la diferencia entre un juguete y un arma real, por las similitudes entre ambas y fidelidad de las réplicas, incrementa el riesgo de accidentes al ser confundidas y manipuladas por los menores, quienes no conocen los efectos que tienen sobre la vida”, concluyó ante autoridades de los tres niveles de gobierno, estudiantes y padres de familia.
Fuente: Staff