La canciller Angela Merkel condenó la “caza” de extranjeros a la que han sido llamados miles de alemanes, tras la muerte de un ciudadano, presuntamente a manos de un iraquí y un sirio.

“(En Alemania) no puede haber lugar para la incitación a la violencia xenófoba”, expresó la política.

Sobre la víctima, se trató de un hombre de 35 años de edad con empleo de carpintero, durante un festejo tradicional en la ciudad de Chemnitz.

Al respecto, Merkel indicó que el Gobierno “está con los familiares” del hombre, apoyándolos para esclarecer el homicidio perpetrado con cuchillos, y hacer pagar conforme a la ley a los responsables.

Derivado del asesinato, miles de alemanes se cogregaron en el corazón de Chemnitz para enseñar a los extranjeros “quién manda”, desatándose una gresca que dejó seis personas lesionadas.

Durante una de las dos protestas, sus participantes hicieron el saludo hitleriano y exhibieron otros símbolos nazis, por lo cual se inició una averiguación.

Fuente: EFE

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