El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, anunció hoy un alto al fuego de tres meses con los talibanes a partir de mañana, lunes, a condición de que los insurgentes hagan lo mismo, en la que sería la segunda tregua en 17 años de conflicto.
Anunciamos un alto al fuego que tendrá efecto desde mañana, lunes, el Día de Arafa (segundo día de peregrinación a La Meca), hasta el día del nacimiento del profeta, siempre y cuando los talibanes hagan lo mismo», dijo el mandatario en un discurso conmemorativo del 99 aniversario de la independencia de Afganistán.
Llamamos a la cúpula de los talibanes a que aprueben los deseos de los afganos para una paz duradera y real y les urgimos a que se preparen para unas conversaciones de paz de acuerdo con los valores y principios islámicos», pidió Ghani.
La medida, que se implementaría del 20 de agosto al 20 de noviembre, de aceptarla el grupo insurgente, fue anunciada con motivo de la festividad musulmana del Aíd al Adha o ‘fiesta del sacrificio’, que se celebrará el miércoles.
El presidente afgano afirmó que la decisión fue tomada para complacer a diferentes sectores de la sociedad, como políticos, mujeres y activistas, que habían pedido un segundo alto al fuego después de que el Gobierno implementase uno unilateral el pasado junio con motivo del final de Ramadán.
Aquella medida coincidió durante tres días con una similar de los talibanes y dio lugar a imágenes nunca vistas desde la invasión estadunidense en 2001, con insurgentes y miembros de las fuerzas de seguridad abrazándose y rezando juntos.
El anuncio se produce al día siguiente de que el líder de los talibanes, el mulá Haibatullah, renovase ayer su llamamiento a Estados Unidos a que se siente a la mesa de negociación con el grupo insurgente.
El pasado febrero, los talibanes llamaron por primera vez a Estados Unidos a dialogar directamente a través de su oficina en Qatar, en un mensaje inusual y tras reiterados rechazos a cualquier conversación con el Gobierno de Kabul y sus aliados internacionales.
Los talibanes hicieron un contacto inicial con el Gobierno afgano en Pakistán en julio de 2015, pero el proceso quedó suspendido pocos días después al conocerse la muerte del fundador del movimiento insurgente, el mulá Omar, dos años antes.
Fuente: Excélsior