Se llama WiFi Alliance, y fue necesaria para homologar lo invisible. Si lo pensamos, liberar a las conexiones de internet de cables fue uno de los cambios más importantes en la historia. Hizo posible que smartphones, tablets, relojes y un montón de dispositivos lograsen conectarse a una red, acceder a información de todo el mundo y comunicar a las personas sin ataduras.
El WiFi es un espectro de ondas invisibles que proveen de señal e información a millones de gadgets electrónicos en todo el mundo. Actualmente pensamos en el WiFi como un servicio que nos conecta a todos, que nos permite acceder sin consumo de datos a internet y diversos servicios desde nuestros dispositivos. Pero lo que pocos saben es que como tal, WiFi es una marca.
Su uso cotidiano lo convirtió en una expresión común. Descriptiva (Wireless Fidelity), pero detrás de lo común que es utilizarla, estamos ante un logotipo cuya certificación tiene un costo.
Es resultado de la organización de un grupo de empresas que fabrican dispositivos de conexión inalámbrica alrededor del mundo. WiFi Alliance (Alianza WiFi) fue fundada en la década de los noventa con la intención de homologar el protocolo de conexión inalámbrica en todo el mundo.
Antes de su creación, cada compañía desarrollaba modelos que en ocasiones no funcionaban con los de otros fabricantes. Para resolver el problema, empresas como 3Com, Airones, Intersil, Lucent Technologies, Nokia o Symbol Technologies se unieron para crear una alianza que hasta nuestros días mantiene su función de supervisar la calidad y compatibilidad entre los productos que transmiten la señal en todo el mundo.
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El logotipo fue pensado para difundir un sello de calidad entre los mismos. ¿Lo has visto en distintos lugares?, este es el motivo.
Entonces, cuando encuentres ese logotipo, debes entender que estás ante un producto certificado por la misma, una marca registrada que avala su correcto funcionamiento, aunque el hecho de que no lo tenga, no significa necesariamente que no funcionará de forma correcta, pues su proceso de registro implica un costo para el fabricante.
Fuente: Excélsior