El telón de Rusia 2018 ya bajó. Ahora, empieza otra historia. En el horizonte, allá a lo lejos, aparece Qatar 2022. Francia llegará con un título bien ganado. Pero antes de dar vuelta la página hay que reconocer que la Copa del Mundo dejó algunos récords, algunas curiosidades para destacar.
El primero habla de la búsqueda de todos los participantes. De los 64 partidos que se disputaron, apenas uno terminó 0-0. Otro dato: el promedio de gol por encuentro fue de 2,58, el segundo más alto de este siglo después de Brasil 2014. Ojo, todavía está lejos de ser una marca imbatible. En Suiza 54, por ejemplo, el promedio fue de 5,38 goles por match, aunque también tiene una explicación: en aquel entonces muchas selecciones estaban a años luz de los mejores.
Una curiosidad es que Rusia 2018 fue el Mundial con más goles en contra de la historia: 11 en total. Ah y otro dato clave: se sancionaron 28 penales (de los que 21 terminaron en gol). Ahí, claro, mucho tuvo que ver el debut mundialista del videoarbitraje (VAR). De hecho, en la mismísima final, Francia empezó a consolidar su victoria luego de que Néstor Pitana concediera la pena máxima tras ver en pantalla la mano de Perisic. Y fue récord, ya que se superó a los 18 que se habían sancionado en Corea-Japón 2002.
Si hablamos de nombres propios, si bien no se llevó el premio al mejor jugador Mbappé fue galardonado como el mejor futbolista más joven. Y sumó dos distinciones: con 19 años, se convirtió en el futbolista más joven en anotar dos goles en un partido del Mundial desde Pelé en 1958 (los que le convirtió a Messi y compañía); y además es el segundo jugador más joven en anotar en la final con 19 años (el mismo Pelé tenía 17 cuando lo hizo en 1958).
Pero si de años se trata, no sólo los jóvenes marcaron el camino. El arquero egipcio Essam El Hadary se convirtió en el futbolista de mayor edad en haber jugado de inicio un encuentro del Mundial. A los 45 años, atajó en el duelo ante Arabia Saudita. Mientras que el mexicano Rafael Márquez, de 39 años, se convirtió en el primer jugador de la historia ser elegido 11 veces como titular en el Mundial. Fue su quinta Copa del Mundo, con lo que igualó a su compatriota Antonio Carbajal y al alemán Lothar Matthaeus.
¿Otra curiosidad? Sí, la consiguió Croacia, que se convirtió en la primera selección de la historia en ganar tres duelos consecutivos en tiempo extra en una Copa del Mundo. Lo que equivalió a 90 minutos más que, por ejemplo, Francia, su rival en la final.
A pesar de que aspiraba a mucho más que a hacer las valijas en octavos de final, donde perdió frente a Rusia, España se llevó el reconocimiento al equipo más limpio del torneo. Y de ahí surge otro dato: no una sola tarjeta roja por conducta violenta. En total, hubo apenas cuatro expulsiones y es el número más bajo de la Copa del Mundo en 40 años. En Alemania 2006, por ejemplo, se mostraron 28 tarjetas rojas, incluidas cuatro en un partido, cuando Portugal venció a Holanda.
Pero no todos fueron cultores del Fair Play. El brasileño Neymar fue uno de los que quedó en el ojo de la tormenta por el tiempo que pasó en el piso, como si hubiera sufrido una lesión grave en jugadas en que apenas los tocaron. La televisora suiza RTS calculó que Ney pasó casi 14 minutos tendido en el césped durante los primeros cuatro partidos de Brasil.
El croata Mario Mandzukic no anduvo tanto por el suelo, pero sí tuvo el poco honroso reconocimiento de anotar el primer gol en contra en la historia de una final. Ojo, ese gol rompió una sequía de 12 años sin goles en tiempo regular en una final mundialista desde Alemania 2006. Y lo otro positivo para el delantero de la Juventus, es que tras su gol para Croacia, a los 24 minutos del segundo tiempo, lo convirtió en el segundo jugador en la historia de la Copa del Mundo que anota gol y un autogol en un mismo certamen, uniéndose al holandés Ernie Brandts que lo hizo en 1978.
Didier Deschamps, el director técnico francés, se unió al brasileño Mario Zagallo (1958 y 1962 como jugador y 1970 como entrenador) y Franz Beckenbauer (1974 como jugador, 1990 como entrenador) en ganar la Copa del Mundo como jugador y entrenador. Y su equipo se convirtió en el primer país desde Brasil, en 1970, que anota cuatro goles en una final de Copa del Mundo.
Rusia 2018 terminó con la mayor cantidad de goles anotados en ronda de eliminación directa con 44, empatando a Estados Unidos 1994 y Suiza 1954; Francia 1998 y México 1986 están en el segundo puesto con 42 y el tercero corresponde a Sudáfrica 2010 con 39.
Con su segundo título mundial, Francia dejó atrás a España e Inglaterra que sólo tienen uno, empató a Argentina y Uruguay y se colocó detrás de Italia y Alemania que tienen cuatro y Brasil, con cinco.
Finalmente, el defensa francés Raphaël Varane es el décimo primer jugador en la historia que gana la Copa de Europa y el Mundial el mismo año tras proclamarse campeón de la UEFA Champions League con Real Madrid esta temporada.
Fuente: Clarín
#EnContexto #Russia2018 – An Unforgettable World Cup