Y entonces me ofreció tomar asiento en su oficina, me dijo que aunque lamentaban mucho la derrota en Veracruz, estaban conscientes que de no haber existido López Obrador en la boleta electoral al mismo tiempo, el hijo del Gobernador Yunes, “a pesar de ser su hijo”, habría ganado como la esposa de Moreno Valle en Puebla, sin importar el “tsunami AMLO”.
“Es una locura que un candidato estatal no gane con más de 1 millón 400 mil votos; máxime cuando nadie en Veracruz había perdido la Gubernatura teniendo 1 millón 200 mil en la bolsa. Ni Miguel Yunes Linares, tampoco Javier Duarte, consiguieron esos sufragios. En Veracruz ganó AMLO, sólo él”, me dijo mi interlocutor, mientras encendía otro cigarrillo.
Y le asiste la razón en algunas cosas. Lo que ocurrió en Veracruz difícilmente pasará otra vez. Veo muy complicado que un candidato a Gobernador pierda de nuevo con casi millón y medio de votos, así como observo imposible que algún otro junte más del millón 665 mil de Cuitláhuac García. No sé cuántos sexenios deberán pasar para presenciar algo similar en tierras “jarochas”.
De acuerdo a fuentes ubicadas en el CEN del PAN, las dos caídas que más dolieron al blanquizal este primero de julio fueron las de Ricardo Anaya y Miguel Yunes Márquez, en Veracruz. La primera, por razones obvias; la segunda, “porque mucho costó lograr la alternancia en tu estado, sacar al PRI, como para que en dos años entreguemos el poder”.
“¿Me preguntas qué haremos en Veracruz para recomponernos? Bueno, de entrada, cambiar la dirigencia del partido en tu estado después de renovar la nacional. Si aquí en CDMX queda uno del equipo de Anaya, quizá los Yunes puedan colocar alguien a modo allá, si es de otro grupo disminuirá su poder, tendrían que generar alianzas para mantenerse fuertes”.
Varios panistas observan la caída en Veracruz como una “derrota digna”, es más, califican a Miguel Yunes Márquez como un “rey sin corona”, por la cantidad de votos que juntó a pesar de la “avalancha AMLO”. Consideran que el número de sufragios alcanzados, aunado a las diputaciones locales salvadas, más las muchas alcaldías blanquizales en el estado, sirven para que a la postre, dentro de 6 años o en las intermedias, puedan recuperarse, con o sin los Yunes en las boletas.
“Si por acá queda alguien del equipo de Ricardo Anaya o Damián Zepeda, la normalidad es que Miguel Yunes Márquez tome la dirigencia del PAN en Veracruz, está más que justificada, por los votos que consiguió, y así prepararse el camino para volver a competir, o bien, ¿por qué no?, labrarle la ruta a su hermano, Fernando Yunes. Bueno, eso ya deberán decidirlo en familia”.