La meningitis por meningococo es una enfermedad que puede causar la muerte en un plazo de 24 a 48 horas, u ocasionar daños cerebrales, sordera o discapacidad en un 10 a 20% de los supervivientes, principalmente en niños menores de 2 años y adolescentes entre los 10 y 19 años: Uno de los factores de contagio son las grandes concentraciones o en el caso de viajes que se hacen a destinos donde se reportan casos, por ello especialistas hicieron un llamado a proteger a estos grupos de riesgo a través de la vacunación.
¨Durante el verano es usual que los padres manden a sus hijos de campamento; que se vayan de vacaciones o se lleven a cabo intercambios escolares a otros países. Es precisamente en estos casos cuando se puede generar algún contagio por meningococo, además de las guarderías, escuela, etc. Si bien es cierto que no todos los portadores (menores de 5 años, así como adolescentes y adultos jóvenes) desarrollan la enfermedad, sí pueden contagiar a quienes son susceptibles
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es importante alentar a los países a reforzar la vigilancia para detectar brotes de la enfermedad, “siendo Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Uruguay y Venezuela, naciones que desde hace años han reportado casos de meningitis meningocócica. Y en México, la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud, ha registrado 100% más casos reportados en México entre 2016 y 2017, lo que significa que debemos reforzar la vacunación en grupos de riesgo”, apuntó la doctora María del Carmen Espinosa, infectóloga pediatra .
Existen otros factores de riesgo que hay que tener en cuenta, como vivir en comunidades cerradas (como dormitorios), permanecer en sitios abarrotados, compartir vasos, botellas de agua, utensilios, así como realizar actividades que debilitan al sistema inmune como desvelarse, entre otras.
Por ello, desde el año 2000 se estableció el Programa Binacional de Vigilancia de las Enfermedades Infecciosas (BIDS, por sus siglas en inglés), en el que México y Estados Unidos están comprometidos a reforzar la vigilancia epidemiológica de enfermedades infecciosas –como es el caso de la enfermedad meningocócica–, mejorar la capacidad epidemiológica y de laboratorio en la región fronteriza, y reforzar los sistemas de comunicación binacional para mejorar la prevención de enfermedades.