Para muchos, el partido por el tercer lugar es intrascendente y ni siquiera debería ser disputado, pero habría que preguntarles a Romelu Lukaku y Harry Kane si piensan lo mismo hoy cuando se midan Bélgica e Inglaterra.
En la historia de las Copas del Mundo, cuatro jugadores han aprovechado este partido para obtener el campeonato de goleo: Thomas Müller, en Sudáfrica 2010; Davor Suker, en Francia 98; Salvatore Schillaci, en Italia 90, y Leónidas da Silva, en Francia 34, todos con un gol excepto este último, que consiguió dos; lo que les permitió despegarse en la lista de los mejores anotadores.
Estos cuatro elementos no son los únicos goleadores que han anotado en esta instancia, pues el polaco Grzegorz Lato, en 1974, convirtió un tanto; igual que el portugués Eusébio, en 1966, y el francés Just Fontaine, quien le clavó cuatro a Alemania en 1958, aunque estaban ya fuera del alcance de sus competidores.
Otros han jugado el partido sin pena ni gloria y les bastó para tener el premio: el alemán Miroslav Klose, en 2006; el búlgaro Hristo Stoitchkov, en 1994, y el también germano Gerd Müller, en 1970.
Además de la ventaja con que llega a este juego, «HurryKane» tiene otra estadística a su favor. En la historia de los Mundiales existen cinco jugadores que, pasadas las Semifinales, tenían seis anotaciones, y todos ellos ganaron la distinción.
En 2014, el colombiano James Rodríguez anotó seis goles pese a llegar únicamente a Cuartos de Final, donde su equipo fue eliminado; el ruso Oleg Salenko anotó seis veces en Fase de Grupos en 1994, lo que le bastó para hacerse con la Bota de Oro que compartió con Stoitchkov, quien marcó su último gol en Semifinales; en 1986, el británico Gary Lineker vivió la misma historia que Rodríguez, pues su último gol fue en la caída ante Argentina en Cuartos.
Lato, el polaco, también llegó a esta instancia con seis tantos en 1974, aunque él sí anotó uno más. Marque o no marque, los números apuntan a que Kane ya tiene un sitio en la historia, a menos que Romelu Lukaku diga lo contrario.
Fuente: Reforma