El gobierno venezolano anunció que este mes abrió 3 mil casas de alimentación (23 de ellas hoy) para ofrecer comida gratuita a miles de personas que, consideran, son víctimas de una «guerra económica» perpetrada por la oposición y Gobiernos extranjeros, y que tiene al país sumido en una profunda crisis.
El ministro de Comunas, Aristóbulo Istúriz, dijo hoy desde el estado Lara (oeste) que el chavismo gobernante abrió estos sitios para hacer frente a una guerra «que ha dejado un saldo en el estómago» de los venezolanos.
«Todo el pueblo debe saber que la guerra deja heridas y la guerra económica si en algo nos ha golpeado ha sido en la alimentación de nuestro pueblo y lo hacen a propósito (…) va dirigido a golpear el estómago del pueblo para que el pueblo reaccione contra la revolución», insistió.
El chavista explicó que las 3 mil casas han atendido este mes a 626 mil 328 comensales, de los cuales 294 mil 374 son niños, 112 mil ancianos, 122 mil embarazadas, 33 mil 821 personas con discapacidad y el resto son jóvenes que también «son objeto de vulnerabilidad».
Aseguró que la llamada revolución bolivariana, en el poder desde 1999, había alcanzado las metas del milenio fijadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en materia de alimentación y tenía el reconocimiento de la FAO.
Por eso, explicó, «las casas de alimentación, 6 mil que había creado el presidente Hugo Chávez (1999-2013), fueron cerradas una a una porque no eran necesarias, pero esta herida de la guerra económica nos obliga a reabrir las casas y el presidente (Nicolás) Maduro ordenó reabrir las casas».
Indicó que el Gobierno abrió también 300 casas de «recuperación nutricional» y otras 50 casas comedores que ofrecen tres comidas al día para 500 personas cada una, en las que trabaja un «equipo multidisciplinario, que atiende a la gente, de médicos, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales y maestros».
Istúriz dijo que buscan el desarrollo sostenible de estos lugares mediante la incorporación de otros programas sociales que capacitan y financian a comunidades en el procesamiento de alimentos que luego son llevados a los comedores.
Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de crudo en el planeta, pero padece una grave crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas, y que el Gobierno de Maduro achaca a una «guerra» de opositores y factores extranjeros.
Según la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) que realizan anualmente las principales universidades del país y cuyos resultados fueron presentados el pasado febrero, en 2017 más de la mitad de los venezolanos pasó a vivir en pobreza extrema y perdió unos 11 kilos de peso en promedio.
En tanto que la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), informó hace un mes que el 16.2 % de los niños del país caribeño padeció durante el 2017 algún tipo de desnutrición por no poder acceder a los alimentos de forma regular.
Fuente: Huffpost