Lo que comemos es la principal causa de cáncer, incluso más que el consumo de tabaco o las infecciones, señaló Magda Carvajal, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, quien se dedica al estudio de las aflatoxinas, sustancias presentes en muchos de los alimentos que consumimos los mexicanos.
Las aflotoxinas son sustancias cancerígenas que consumimos a diario en alimentos comunes como maíz, arroz, cacahuates, nueces, pistaches, chile, pollo, huevo, leche, embutidos y cerveza, alertó la especialista.
Al ser el maíz uno de los principales alimentos de nuestra dieta, presente en sopes, tamales, quesadillas y garnachas, Carvajal advirtió que es necesario controlar el consumo de este cereal, que está muy contaminado por las aflatoxinas.
De acuerdo con un estudio realizado por la investigadora en la capital del país, 95% del maíz blanco y 60% del amarillo están contaminados con esta sustancia.
Advirtió que las aflatoxinas producidas por moho del hongo Aspergillus flavus «no se ven, no tienen sabor ni olor, son resistentes al calor (soportan entre 260 y 320 grados Celsius sin descomponerse) y a procesos como cocción, ultrapasteurización, nixtamalización y fermentación».
El consumo de esta sustancia se asocia con cánceres de hígado, páncreas, pulmón, colorrectal y cervicouterino.
Aunque actúan en millonésimas de miligramo (trazas), son los cancerígenos biológicos más potentes que se conocen. Todos nacemos con protooncogenes que están latentes, y las aflatoxinas, mediante un mecanismo químico de oxidación, los convierten en oncogenes (cancerígenos), que por años se acumulan en el ADN y mutan en cáncer», explicó.
Para contrarrestar sus daños, Madga Carvajal recomendó comer alimentos probióticos, moras, pimiento verde y rojo, espinacas, brócoli, betabel, cereza, ejotes, jitomate y zanahoria.
Fuente: UNO Tv