Pese a las descalificaciones por la separación de familias migrantes las autoridades estadounidenses redoblaron incumplimientos, denunciaron abogados.
Tras visitar centros de detención en Texas y Pensilvania, recriminaron que en vez de enmendar los abusos en los centros de detención, éstos se han intensificado, por lo que calificaron las acciones del gobierno de Trump como un “asalto a gran escala”.
“Los demandados han duplicado su incumplimiento al parecer por ninguna otra razón que no sea lo que el presidente quiere”, señalaron los defensores al revelar testimonios de las víctimas, como el caso de una madre detenida con su hijo de cuatro años, quien acusó que fue encerrada en una pequeña habitación con otras cuatro madres, cada una con un hijo, en donde comparten pequeños colchones para dormir.
“Dormimos con la cabeza sobre los colchones y nuestros cuerpos en el piso porque sólo hay dos colchones para ocho personas”, apuntó la mujer identificada como Floridalma.
En tanto, una niña de 15 años relató que estuvo en una habitación junto a 18 personas con sólo tres colchones para compartir; otros migrantes dijeron que estos espacios ya los conocen como “hieleras” por las frías condiciones de los espacios en los que no tienen ni jabón para limpiarse.
Ante los maltratos contra los niños migrantes, los abogados exigieron el nombramiento de un supervisor especial para garantizar que los funcionarios de inmigración cumplan el acuerdo sobre separación de familias.
Por último alegaron el gobierno usa “oleadas” de llegadas como una excusa para no seguir el acuerdo, por lo que insisten en implementar un plan para no violar sus derechos.
Fuente: La Razón