La economía de México se contrajo un 0.1 por ciento en el periodo abril-junio frente al trimestre inmediato anterior, a causa, principalmente, por bajas en las actividades agrícolas e industriales, según cifras preliminares del INEGI.
En el segundo trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó por primera vez desde el cuarto trimestre de 2015 en términos reales, lo que motivó que el peso se depreciara frente al dólar.
El efecto estacional de la Semana Santa y mayor gasto asociado a las elecciones del 1 de julio no fueron suficientes para impulsar el consumo y la actividad económica entre abril y junio, como esperaban varios analistas.
Por componentes, el comercio y los servicios avanzaron un 0.3 por ciento, insuficiente para contrarrestar las bajas de 2.1 por ciento en las actividades primarias y de 0.3 por ciento en las secundarias, según el INEGI.
Con respecto a igual periodo en 2017, el PIB de la segunda mayor economía de América Latina creció un 2.7 por ciento en cifras originales, su mejor avance en cinco trimestres.
A tasa interanual, el avance de la economía fue impulsado por el comercio y los servicios, con un 3.4 por ciento; seguido por las actividades primarias, con un 1.8 por ciento, y de las secundarias, con un alza de 1.4 por ciento.
En el primer semestre, la economía mexicana se habría expandido 2.0 por ciento, según los datos preliminares del INEGI. Las cifras definitivas se publicarán el 24 de agosto.
El Gobierno mexicano espera que la economía crezca este año entre 2 y 3.5 por ciento en 2019.
Fuente: Excélsior