El presidente estadunidense Donald Trump acusó hoy a la prensa de falta de patriotismo por revelar deliberaciones internas del gobierno, y de ocultar a los estadunidenses el “gran progreso” que ha logrado su gobierno en casi dos años de gestión.
Trump renovó sus ataques a la prensa la tarde de este domingo, después de que el editor del diario The New York Times, A. G. Sulzberger, refutó el relato que hizo el mandatario sobre una reunión que mantuvieron dos semanas atrás, que habían acordado mantener privada.
En un mensaje temprano en la red Twitter, Trump narró la reunión celebrada con Sulzberger, con quien dijo haber discutido “las enormes cantidades de noticias falsas que son dadas a conocer por la prensa y como las noticias falsas se han trasformado en la frase ‘enemigo del pueblo’. ¡Triste!”.
Sulzberger emitió poco después un comunicado en el que dijo haber aceptado una invitación de Trump para reunirse el pasado 20 de julio, con carácter privado, pero explicó que esto perdió vigencia cuando el mandatario difundió la cita.
El editor, de 39 años de edad y quien asumió el cargo en enero pasado, relató que durante el encuentro, hizo saber a Trump sus preocupaciones por la retórica en contra de la prensa.
En particular, Sulzberger dijo haber enfatizado las repercusiones negativas que puede tener acusar a la prensa de ser “enemigo del pueblo’.
“Le advertí que este inflamatorio lenguaje está contribuyendo al aumento de las amenazas contra periodistas y que conducirá a violencia”, recordó.
Trump respondió poco después con varios mensajes en Twitter, acusando a la prensa de reportar con la verdad apenas 10 por ciento de lo que hace su gobierno, asegurando que eso explica la razón de su alta impopularidad, y la acusó de ser desleal.
“Cuando la prensa, motivada por su Síndrome de Locura por Trump, revelan deliberaciones internas de nuestro gobierno, verdaderamente pone en peligro muchas vidas, no sólo de periodistas. ¡Bastante desleal! Libertad de prensa viene junto con la responsabilidad para reportar las noticias”, dijo.
Fuente: La Razón