«Prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila», la frase del refrán popular ilustra la lógica del cambio de discurso que ha tenido Andrés Manuel López Obrador, o su equipo, tras el triunfo electoral del 1 de julio en ciertos temas como gasolinazos, la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o el uso del Estado Mayor Presidencial (EMP).
PRIMERO, LAS GASOLINAS.
El tema que más ha destacado es el del precio de la gasolina. Como candidato, AMLO prometió acabar con los gasolinazos; es decir, ofreció que no se incrementaría el precio de la gasolina.
Ya como virtual presidente electo, López Obrador matizó y, este lunes 9 de julio, aceptó que el precio de la gasolina se moverá conforme la inflación y que será en su tercer año de gobierno cuando «podría» disminuir el precio.
«Que la gasolina no aumente de precio en términos reales; esto es que se mantenga, en términos reales, con los mismos precios, que nada más se descuente lo que es la inflación, porque si no sería bajar…»
Segundo, el tema del Nuevo Aeropuerto.
Respecto a este polémico tema, el cual ocupó unas semanas el debate de las campañas, López Obrador fue tajante al determinar que cancelaría la construcción del mismo.
«Yo no puedo ser tolerante con la corrupción y yo considero que la construcción del nuevo aeropuerto es corrupción», aseguró en marzo de este año.
Sin embargo, poco a poco se fue matizando la postura, incluso días antes de que finalizara la campaña, al reunirse con empresarios del sector turístico, dijo que revisaría el tema. Pasadas las elecciones, Javier Jiménez Espriú, nominado como secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), solo corrigió la fecha de entrega del mismo y manifestó que había tres opciones para el financiamiento.
¿Y SU SEGURIDAD?
Otro asunto que ha llamado la atención es el de la seguridad del próximo presidente. Al respecto, en las primeras apariciones como virtual presidente electo López Obrador declaró que no utilizaría los servicios del Estado Mayor Presidencial (EMP), ya que la gente lo iba a cuidar.
No se trataba de una postura nueva, esto porque en campaña había anunciado que incorporaría al EMP, a la Sedena.
Quien mandó la primera señal de cambio fue Olga Sánchez Cordero, propuesta como próxima secretaria de Gobernación; la exministra aseguró en entrevista de televisión que era un tema de la investidura presidencial y que hablaría con el tabasqueño.
Luego de ese llamado, López Obrador declaró que valoraba opciones.
«El EMP ya no va a estar en la tarea de custodiar, de proteger de hacer labores de logística para el presidente de la República. Vamos a resolver esto de la mejor forma posible»
«Andrés Manuel López Obrador»
Si AMLO rechaza al Estado Mayor, ¿pone en riesgo al país?
Como verás, los cambios en algunos casos no han sido determinantes, pero los ha habido, así que hasta el momento, López Obrador y su equipo van por el camino de los ajustes.
Fuente: Nación 321