Rusia 2018: de embutidos a empanadas, una guía del menú ruso

Publicado por
Aletia Molina

Como en toda gran ciudad europea, la variedad gastronómica de Moscú y San Petersburgo es amplia. Por supuesto hay restaurantes italianos, franceses, japoneses, etc., pero estando en Rusia ¡qué mejor que probar un poco de la gastronomía local!

En líneas generales, en la cocina rusa se usa más carne de cerdo que de vaca, las ensaladas suelen llevar abundante mayonesa y el eneldo es una especia indiscutida. Se usa mucho la «smetana» -que es una crema ácida, como un queso crema pero menos consistente- no abundan los picantes y el pan negro bien compacto es su especialidad.

También consumen pollo y en menor medida, pescados y mariscos (esto dependiendo la región, por supuesto, ya que hay casi 10.000 kilómetros entre el este y el oeste del país).

En los supermercados te vas a sorprender con la variedad de algunos productos. En primer lugar, de embutidos. Los argentinos creemos que tenemos una gran variedad de fiambres, pero es sólo hasta que uno ve una góndola en un supermercado ruso. Y no sólo es la oferta propia, en la que abundan los ahumados, sino también los importados, preferentemente alemanes.

La segunda sorpresa son las góndolas de vodka. Filas y filas de botellas de todos los tamaños, de producción local o importada (de Finlandia, Suecia o Dinamarca).

Y la tercera es la variedad de vinos importados, procedentes de todo el mundo, incluso de Chile y Argentina, con precios para todos los bolsillos.

Para que tengas una idea de lo que es la cocina rusa, aquí un glosario básico de lo que vas a encontrar en cualquier menú. Otro dato interesante es que en el menú dice cuánto pesa cada plato.

Blini. Panqueques. Dulces o salados, un súper clásico de la cocina rusa, que se adapta y se puede comer como desayuno o incluirse en el almuerzo o cena. En el verano en algunos parques hay foodtrucks con una docena de variedades, que van desde frutos rojos hasta caviar. Pueden venir inundados de miel, rellenos de ricota u otros productos dulces. O si son salados, con pollo, hongos y cebolla rehogados, salmón, etc.

Kasha. Otro plato versátil de la cocina rusa. En general se la come dulce y con el desayuno, pero también se la puede hacer para acompañar la cena, sin azúcar. La base puede ser arroz, trigo sarraceno o burgol, sémola u otros cereales. Se la prepara con leche y un poco de manteca. Tiene una docena de variantes y a la vista se ve como un arroz con leche.

Borsch. Es la más espectacular y clásica de las sopas rusas. Es de un color rojo intenso porque se hace a base de remolacha. Algunos le suman trozos pequeños de carne, otros lo hacen sólo con remolacha, tomate fresco triturado y otras verduras, todo cortado en finas julianas. Se sirve con una cucharada de crema ácida, la «smetana».

Okroshka. Es la única sopa fría de la cocina rusa. Es de vegetales (lleva papas, pepinos frescos, cebolla de verdeo, rabanito y huevos duros) pero en vez de caldo se prepara con kvas (ver abajo), una bebida fermentada muy popular en Rusia. Se le agrega smetana y limón. Por todo esto, no sólo es una sopa fría, sino ácida, especial para quien guste de experimentar sabores nuevos.

Sopa de pescado. Otra sopa de gusto fuerte

Embutidos

Engloban una gran variedad en el genérico de » kalbazá». Tienen salchichones, lomitos, productos ahumados. (Se venden por gramos, como acá)

Ensaladas

Olivier. Si buscás ensalada rusa, no la vas a encontrar. Lo más parecido se llama «Olivier», por el apellido de un francés (o belga), dueño de un restaurante en Moscú, que supuestamente la creó a mediados del siglo XIX. Luego la emigración (especialmente después de la revolución de 1917), la llevó a distintos países y se fue adaptando a cada lugar. En sus comienzos era una receta cara, destinada al paladar de la nobleza, e incluía caviar, faisán y otros productos finos. Hoy lleva arvejas, papas, zanahoria y otros vegetales, todo cortado en dados, con mucha mayonesa y algún otro producto según la inventiva de quien la prepare. ¡Y por supuesto eneldo!

Vinagret. Se prepara con remolacha cocida, zanahoria, pepinos, cebolla. Es de las pocas que no lleva mayonesa.

Platos contundentes

Carne a la francesa. Es un trozo de cerdo que se cubre con mostaza, papa pisada, mayonesa, queso rallado y se gratina en horno. Simplemente ¡¡ex-qui-si-to!!

Kotleta. Tiene forma similar a una croqueta aunque de mayor tamaño y se hace con carne picada (de cerdo o mezcla), a la que se le pone cebolla, papa picada, huevo, a veces hongos. Se fríe.

Piroshki. Similares a empanadas, por la variedad de rellenos, pueden ser dulces o salados. Es una masa con levadura que se puede rellenar de carne, pollo, etc. o en el caso de ser dulces, con frutos rojos, manzana, ricota, etc.

Pastas. Los célebres «pelmeni», son una pasta rellena de carne picada, del tamaño de un capeletti pero un poco más gordos. Se los sirve en una cazuelita con una salsa liviana de smetana.

Caviar, hay rojo y negro. Éste es el más caro, pero no es prohibitivo y se usa en la gastronomía local.

Cocina del Cáucaso. En general es a base de carne (ovina, principalmente). Y cualquier cosa que diga «a la mongol» es a la parrilla. Son básicamente brochettes incluso de verduras grilladas. Este plato no tiene salsa ni ninguna preparación adicional.

Bebidas

Kvas. Es una bebida de consumo corriente en Rusia, de muy baja graduación alcohólica, que se prepara de manera industrial o casera. En el verano se la vende en los parques o en la calle. Siempre hay puestitos con grandes bidones de plástico o directamente un tanque arriba de un trailer. Se la expende por vaso o por litro. Se la prepara fermentando pan en agua, a lo que se le agrega levadura fresca. El resultado es un líquido amarronado de sabor ácido, con fuerte olor a levadura.

Mors. Muy popular y se lo prepara de distintos gustos. Es jugo de compota. El casero es muy rico y el industrial demasiado empalagoso.

Dónde comer

En Moscú y San Petersburgo hay muchos lugares donde se puede comprar comida hecha. Casi todos los supermercados tienen un área con ensaladas y comidas preparadas (platos fríos y calientes), lo cual es mucho más conveniente que vivir a sandwich o ir de restaurante en restaurante para cada comida.

Se vende al peso (la unidad de medida es el kilo, como acá) o por unidad y se le puede pedir a la persona que atiende que caliente lo que uno se va a llevar (hay un microondas a la vista, así que sólo tiene que señalarlo y la empleada va a entender). También se puede entrar en los hoteles con alimentos y comer en la habitación, más aún si son hostels o alojamientos que no sean de lujo. Básicamente, no está mal visto ingresar en el hotel con comida comprada afuera.

En los parques a veces hay algún foodtruck, en los lugares más turísticos, ofreciendo blinís (panqueques) o comidas rápidas. Son lugares limpios y seguros.

No hay problema con la comida en Rusia ni con las normas sanitarias. En todos los barrios hay supermercados pequeños abiertos las 24 horas, los «gastronom», en fonética.

Sino, las cafeterías de cadena se han vuelto muy populares y son lugares agradables. No sólo se puede tomar algo, sino que tienen una carta razonablemente amplia para almorzar o cenar (ensaladas, platos calientes), con buena cocina y precios más baratos que los restaurantes, además de tener horarios amplios.

Para los viajeros aprensivos que sólo comen lo que conocen, hay cadenas internacionales como Subway, McDonalds, TGI Friday’s o Burger King.

Fuente: lanacion.com

#EnContexto ¡A 13 días de Rusia 2018!

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Aletia Molina