Estará hecho de madera de cedro de 200 años proveniente de la región rusa de Altai.
Según relató a los periodistas el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, Putin hizo este inesperado regalo a Xi en el encuentro bilateral que ambos protagonizaron el viernes en Pekín, que continuará con reuniones multilaterales hoy y mañana en el puerto oriental de Qingdao, sede de la cumbre de la OCS.
Ante las dificultades que entrañaría cargar con un sauna completo, Putin simplemente enseñó a Xi un pedazo de la madera de cedro siberiano con la que este será montado en el lugar que las autoridades chinas consideren oportuno, así como una maqueta de la futura estructura, de uso muy popular en Rusia y conocido como ‘bania’.
Tengo que pensar seriamente dónde instalarla. Es una casa única. Muchas gracias», dijo el líder chino.
Putin es conocido en China por la originalidad de sus regalos a los mandatarios de este país después de que en 2016, durante la cumbre del G20 en Hangzhou (este), regalara a Xi una caja de helado ruso, del que el presidente chino es aficionado confeso.
Xi y Putin sellaron el viernes el buen momento de relaciones entre las dos potencias con la firma de varios acuerdos, entre ellos cuatro de cooperación en energía nuclear.
Los dos mandatarios viajaron ese mismo día a Tianjin, ciudad situada a unos 200 kilómetros de Pekín, donde asistieron a un partido de hockey sobre hielo entre selecciones juveniles de ambos países.